La sexta ola de la pandemia marcada por la irrupción de la variante ómicron continúa mostrando signos de debilidad en la mayoría de regiones de España y la tendencia actual es decreciente en cuanto a contagios e incidencia acumulada, aunque la presión hospitalaria todavía se mantiene en riesgo elevado.
La variante ómicron ha demostrado en las últimas semanas ser mucho más contagiosa que el resto de variantes, con una mayor capacidad de escape inmune, aunque provoca una menor gravedad de los casos. Su rápida expansión a nivel global ha hecho que sea predominante en multitud de países, como España, desplazando a la variante delta.
Por tanto, ómicron es una variante totalmente diferente al resto en términos genómicos, pero ya han aparecido subvariantes de esta cepa y "los datos más recientes de varios países como India, Dinamarca o Suecia muestran un rápido aumento del linaje BA.2", recoge el Ministerio de Sanidad.
¿Cómo es la subvariante de ómicron?
La variante ómicron comprende los linajes BA.1 (muy mayoritario), BA.2 y BA.3. Esta variante presenta más de 30 mutaciones en el gen de la espícula, "además de numerosas mutaciones en otras regiones del genoma", añaden en la última 'Actualización de la situación epidemiológica de las variantes de SARS-CoV-2 en España' de Sanidad.
En este sentido, entre las mutaciones descritas para los linajes BA.1 y BA.3 se "encuentra la deleción 60-70 que produce el fallo de la amplificación del gen S con algunas técnicas de PCR". No obstante, esta mutación "no está presente en el linaje BA.2". De estas subvariantes, los expertos vigilan con especial cuidado la BA.2, a la que incluso han denominado como "ómicron sigilosa".
Por el momento, esta subvariante de ómicron ya ha puesto en alerta a países como Dinamarca y Reino Unido. BA.2, que no tiene la mutación específica observada con ómicron que puede ayudar a distinguirla fácilmente de delta, está siendo investigada, pero no ha sido designada como una variante preocupante.
En Reino Unido han secuenciado 426 casos del sublinaje BA.2 y las autoridades sanitarias han señalado que, aunque hay incertidumbre sobre los cambios en el genoma viral, los primeros análisis sugirieron una mayor tasa de crecimiento en comparación con el linaje ómicron original, BA.1.
En el caso de Dinamarca, el sublinaje BA.2 representaba el 20% de todos los casos de covid en la última semana de 2021, aumentando al 45% en la segunda semana de 2022. El análisis inicial realizado en Dinamarca no mostró diferencias en las hospitalizaciones para BA.2 en comparación con BA.1.
Sin embargo, el doctor e investigador del Statens Serum Institut de Dinamarca (SSI), Anders Fomsgaard, señaló a la cadena de televisión del país TV 2 que esta subvariante podría amenazar a la inmunidad grupal, ya que se han visto casos de reinfección en personas que previamente se habían contagiado con el linaje BA.1 de ómicron. La buena noticia es que no han observado diferencias en cuanto al número de hospitalizaciones o las tasas de mortalidad, aunque todavía hay que esperar para ver cómo evoluciona.
¿Cómo se manifiesta esta variante?
Por el momento, la subvariante ha llamado más la atención por las numerosas mutaciones que acumula con respecto a la variante original, que por su virulencia. Aunque la ómicron original tampoco se caracteriza por ser más letal que sus antecesoras y todos los países que han detectado hasta ahora el genoma de BA.2 coinciden en que se necesitan más datos para saber si podría ser aún más trasmisible que la ómicron original o más violenta.
¿Y cuál es la sintomatología de ómicron? ¿Qué se sabe hasta ahora? Esta cepa se manifiesta de forma diferente a las anteriores y los síntomas principales han cambiado. De esta manera, la congestión nasal, el dolor de cabeza, la fatiga o el dolor de garganta son los síntomas más frecuentes actualmente con ómicron, mientras que con las cepas anteriores los más habituales eran la tos, la fiebre y la pérdida del sentido del olfato o del gusto.
La infección por esta variante también ha alcanzado a los más pequeños y en las últimas semanas han aumentado los casos, sobre todo en los centros educativos. Sin embargo, al igual que en adultos, la enfermedad cursa generalmente de modo leve en la mayoría de los casos. Así, algunos de los síntomas más usuales en niños son: fiebre, dolor de cabeza, fatiga, tos, dolor de garganta, mucosidad o dolor muscular.
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