Síntomas de la miocarditis y pericarditis: causas y tratamiento de estas dos enfermedades

La edad o los fármacos pueden afectar a la efectividad de las vacunas.
Riesgo de miocarditis y pericarditis.
GTRES
La edad o los fármacos pueden afectar a la efectividad de las vacunas.

El Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) ha evaluado datos recientes procedentes de estudios epidemiológicos en relación con el riesgo existente de las afecciones cardíacas de miocarditis y pericarditis tras la administración de las vacunas de ARN mensajero desarrolladas por Pfizer y Moderna.

Los estudios confirman que "estos cuadros son más frecuentes en varones jóvenes después de recibir la segunda dosis de estas vacunas y en los 14 días siguientes", aclara la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) en su última actualización.

No obstante, el resultado de esta evaluación destaca que se trata de una complicación con una frecuencia "muy rara" y incidencia global es de 10 por cada 100.000 personas vacunadas. Pero, ¿cuáles son los signos de alerta de estas enfermedades? ¿Cómo es su tratamiento?

Estos son los primeros síntomas de la miocarditis y sus causas

En primer lugar, la miocarditis es una "inflamación del músculo cardíaco" que afecta al mismo y al "sistema eléctrico del corazón", por lo que puede reducir su capacidad para bombear y provocar ritmos cardíacos anormales, como arritmias, explican los expertos de Mayo Clinic.

Esta enfermedad ocurre tras una infección viral, generalmente, aunque también puede aparecer como "consecuencia de una reacción a un medicamento o de una afección inflamatoria más general", añaden. 

De esta manera, muchos virus se asocian de forma común con la miocarditis, como los que causan el resfriado común o la hepatitis. Las infecciones gastrointestinales, la mononucleosis o la rubéola también pueden provocar miocarditis. Por otro lado, algunas bacterias, como la que causa la difteria, pueden generar esta afección, al igual que sucede con determinados parásitos y hongos.

Se trata de un trastorno muy poco frecuente, cuyos síntomas de alerta pueden ser los siguientes: 

  • Dolor de pecho o torácico.
  • Latidos irregulares. Incremento del ritmo cardíaco.
  • Disnea o falta de aire. 
  • Hinchazón en tobillos, pies o piernas.
  • Fatiga y cansancio.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor en las articulaciones. 
  • Fiebre.
  • Dolor de garganta.
  • Diarrea. 

En cuanto a su tratamiento, dependerá de la causa, pero la miocarditis grave puede debilitar el corazón haciendo que no reciba la sangre suficiente para su adecuado funcionamiento. "Se pueden formar coágulos en el corazón que podrían provocar un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco", detallan.

¿Cómo detectar la pericarditis?

La pericarditis es un trastorno que provoca "hinchazón e irritación del tejido delgado en forma de saco que rodea el corazón (pericardio)", añaden en Mayo Clinic. La causa concreta a menudo es desconocida y afecta generalmente a varones de entre 20 y 50 años, indican en MedlinePlus.

Así, esta enfermedad puede ocurrir tras una infección, como la que causa el resfriado o la neumonía, las infecciones por bacterias o por hongos. Asimismo, la pericarditis se puede observar con patologías como el cáncer, trastornos del sistema inmune, infección por VIH, hipotiroidismo, tuberculosis o insuficiencia renal. Otras causas podrían incluir el ataque cardíaco, la ingesta de determinados medicamentos, una cirugía cardíaca o traumatismo en tórax, esófago y corazón.

El signo de alerta más frecuente de la pericarditis es el dolor en el pecho que se siente agudo o punzante. Este dolor ocurre detrás del esternón o en el lado izquierdo del pecho y puede extenderse a hombros y cuello. Como recogen en Mayo Clinic, otros síntomas de la pericarditis son los siguientes:

  • El dolor se intensifica al toser o respirar.
  • Hinchazón abdominal.
  • Hinchazón en las piernas. 
  • Tos.
  • Fatiga.
  • Debilidad muscular.
  • Fiebre.
  • Ritmo cardíaco más acelerado.
  • Falta de aire.

Para el tratamiento resulta fundamental tratar de encontrar la causa. "A menudo se administran altas dosis de antiinflamatorios no esteroides (AINES), como el ibuprofeno, con un medicamento llamado colchicina", explican en MedlinePlus. Estos fármacos se utilizan para reducir el dolor y la inflamación.

En cualquier caso, si la causa de la pericarditis es una infección se deberá tratar con antibióticos si es bacteriana o con otros fármacos, como corticosteroides. El diagnóstico precoz y el tratamiento temprano reduce drásticamente el riesgo de complicaciones, como el derrame pericárdico, el taponamiento cardíaco al acumularse líquido o la pericarditis crónica.

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