Qué es la costocondritis, uno de los síntomas del coronavirus poco conocido

Tos, fiebre, congestión nasal, dolor de garganta, fatiga o dificultad para respirar son algunos de los síntomas más comunes asociados a la enfermedad provocada por el coronavirus. Sin embargo, cada vez van apareciendo nuevas evidencias sobre su manifestación clínica y sobre las consecuencias tras pasar la enfermedad.

En este sentido, como recogen en 'El Confidencial', hay un síntoma que puede aparecer tras una infección por Covid-19 que ha pasado más desapercibido: un dolor en la parte izquierda del pecho provocado por una afección conocida como costocondritis.

¿Cuáles son los signos de alerta?

Se trata de "una inflamación del cartílago que conecta una costilla al esternón" y que el dolor que origina puede ser similar "al de un ataque cardíaco u otras enfermedades del corazón", explican los especialistas de la Clínica Mayo. De hecho, esta afección se conoce en ocasiones como "dolor en la pared torácica" o "condrodinia costoesternal" y puede aparecer acompañada de hinchazón, lo que se conocería como síndrome de Tietze.

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Aunque suele desaparecer por sí sola y no revestir una mayor gravedad, el tratamiento se focaliza en aliviar el dolor y puede durar varias semanas o meses. Según el portal especializado MedlinePlus, todas las costillas salvo las dos últimas están conectadas al esternón por un cartílago, que puede inflamarse y provocar dolor. Tanto es así que es la causa más frecuente de dolor torácico. 

Respecto a sus síntomas, el dolor asociado a la costocondritis se presenta de la siguiente forma:

¿Cómo es el tratamiento?

En cuanto a su tratamiento, la costocondritis desaparece casi siempre por sí sola en unos días o semanas, aunque dependiendo del paciente puede demorar meses. Por tanto, se centra en el alivio del dolor mediante la aplicación de compresas calientes o frías, o con la ingesta de analgésicos para reducir la intensidad del dolor y la hinchazón.

Como añaden en la Clínica Mayo, los profesionales sanitarios también podrían recetar tranquilizantes, en el caso de que el dolor sea intenso, o antidepresivos si es crónico y te impide realizar actividades cotidianas, como dormir. Por otro lado, los tratamientos de fisioterapia, como ejercicios de estiramiento de los músculos del pecho o la estimulación nerviosa eléctrica, pueden ser útiles para el alivio del dolor.