Limitar la sal, no beber alcohol o incrementar el consumo de verduras: remedios caseros para el hígado graso

La esteatosis hepática o hígado graso es una afección frecuente entre la población que puede estar o no relacionada con la ingesta de alcohol y que consiste en "la acumulación anómala de ciertas grasas (triglicéridos) en el interior de las células hepáticas", explican en MSD Manuals.

En este sentido, si esta acumulación se mantiene puede derivar en una inflamación llamada esteatohepatitis que origine complicaciones más graves de salud, como fibrosis o cirrosis, dañando este órgano y deteriorando sus funciones. Así, hay que diferenciar dos tipos: la enfermedad de hígado graso no alcohólico o la esteatosis hepática alcohólica.

Una dieta rica en verduras, frutas y cereales integrales

Algunas de las causas más habituales del desarrollo de esta enfermedad sin que su origen sea el alcohol son las siguientes: exceso de peso, altos niveles de triglicéridos y colesterol en sangre o la resistencia a la insulina (como ocurre con la diabetes). Respecto a los signos de alerta, puede que en sus etapas iniciales no cause ninguna molestia y que si lo hace las más frecuentes sean el dolor en la parte abdominal baja y el cansancio, tal y como detallan los especialistas de Mayo Clinic.

No obstante, en los casos más avanzados que incluyen otros problemas médicos como la cirrosis los síntomas pueden ser: hinchazón abdominal, bazo agrandado, palmas de las manos rojas, ictericia o color amarillento de la piel y vasos sanguíneos más grandes. 

Pero, ¿cómo debe ser el tratamiento? ¿Existen remedios caseros? En primer lugar, para los casos de hígado graso no alcohólico, los expertos recomiendan perder peso para reducir la grasa y la inflamación. Asimismo, se aconseja mantener una dieta equilibrada basada principalmente en el consumo de verduras, frutas, cereales integrales y frutos secos. 

Por el contrario, hay que evitar la ingesta de productos procesados y ultraprocesados, alcohol, tabaco, café, bollería o alimentos fritos. También es necesario limitar el consumo de sal y azúcar en las comidas y hacer ejercicio físico con regularidad para quemar grasas y perder peso.

Plantas medicinales que protegen el hígado

Algunas plantas contienen propiedades medicinales indicadas para afecciones del hígado, como el hinojo. Así, las infusiones de esta planta son ricas en antioxidantes y anetol para el tratamiento natural de problemas en el hígado.

Por otro lado, la alcachofa es otra planta realmente eficaz para "el tratamiento de disfunciones del hígado, la vesícula biliar y los conductos biliares", explican en el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO). Por tanto, tiene un efecto protector del hígado por sus potentes propiedades antioxidantes y diuréticas.