Cómo iniciar la alimentación en bebés. ¿Hay un orden de alimentos establecido?

  • A partir de los seis meses, salvo algunas excepciones, el bebé está preparado para comer de todo.
Bebé comiendo
Bebé comiendo
Melisa Tuya
Bebé comiendo

La alimentación complementaria (AC) es un proceso en el que se empiezan a ofrecer al bebé alimentos sólidos distintos de la leche materna o, en su defecto, de fórmula. Se trata de un proceso muy gradual en el que, hasta el primer año, la leche debe seguir siendo su principal, y el resto de alimentos completan las posibles deficiencias que pueda tener el niño a partir de los seis meses.

Puesto que la evidencia científica disponible ha ido cambiando, también lo han ido haciendo las recomendaciones de los pediatras en cuando a la introducción de la alimentación complementaria.

Veamos cuáles son las recomendaciones de introducción de alimentos que, basadas en la evidencia científica actual, se hace desde la Asociación Española de Pediatría.

¿Cuándo empezar a darle alimentos distintos de la leche?

La alimentación complementaria (AC) debe empezar a partir de los seis meses no antes, especialmente si el bebé se alimenta con leche materna. En caso de que el niño se alimente con leche artificial, se podría iniciar un poco antes -nunca antes de los cuatro-, pero es preferible esperar porque no aporta ningún beneficio hacerlo. En caso de bebés prematuros -que hayan nacido antes de las 37 semanas de gestación- quizás sea conveniente esperar un poco más, hasta que el bebé esté listo y en función de su maduración. En este caso, hay que esperar las recomendaciones de su pediatra.

Hay varios motivos por los que lo ideal es empezar a los seis meses:

•La leche materna no contiene todos los nutrientes que necesitan a partir de esa edad, como el hierro, el zinc,

•Antes de esa edad, su el organismo no tiene la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune.

•Introducir alimentos antes de los seis meses aumenta, a largo plazo, los problemas de diabetes, obesidad, y de eccemas. Además, favorece un destete prematuro, con todo lo que conlleva.

Esperar mucho a iniciar la AC puede llevar al niño a rechazar nuevas texturas y sabores y aumentar el riesgo de alergias.

Algunos signos de que el bebé está preparado para comer son su interés por la comida, es capaz de mantenerse sentado, es capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca y ha desaparecido el reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con la lengua).

¿En qué orden hay introducir los alimentos?

Hasta hace pocos años, el pediatra entregaba a los padres una tabla detallada con la introducción mes a mes de los distintos grupos de alimentos. Hoy día esto ha cambiado, y salvo algunas excepciones, los niños pueden comer prácticamente de todo a partir de los seis meses. De hecho, es mejor no retrasar mucho algunos alimentos alérgenos -como el huevo, el gluten…- precisamente para minimizar el riesgo de alergias. Así, a partir de los seis meses, los bebés pueden ir probando desde frutas, cereales -aunque mejor empezar por los que no tienen gluten-, legumbres, algunos pescados, carnes, casi todas las verduras, huevo… La única condición es que se introduzcan los alimentos uno a uno -de manera secuencial- y con 2-3 días de diferencia entre un alimento nuevo y otro para ver cómo reacciona y localizar fácilmente, en caso de que ocurra, qué alimento le provoca alergia o intolerancia. Por este mismo motivo, también es conveniente evitar introducir alimentos nuevos durante la cena.

También es recomendable iniciar pronto la introducción de alimentos ricos en hierro, como legumbres, carnes o cereales enriquecidos, para evitar que tenga deficiencias de hierro.

recomendaciones_aep_sobre_alimentacio_n_complementaria
“Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia”, de la Agència de Salut Publica de Catalunya, 2016.
Agència de Salut Publica de Catalunya

¿En qué cantidades introducimos la comida?

Las cantidades tienen que ser graduales, y, puesto que la leche seguirá siendo el alimento principal, las primeras veces es mejor ofrecer alimentos sólidos después de darle leche. Poco a poco podemos ir introduciendo más comida y en más tomas, hasta dejar, aproximadamente, la toma de, al menos, medio litro de leche en dos tomas (si es artificial) o al menos dos tomas únicamente con leche materna al día, y a demanda el resto del día.

En cuanto al orden de las comidas, eso depende de cada familia, pero es recomendable que el niño se vaya adaptando a los horarios y tipo de comida a las costumbres de la familia. Por ejemplo, que coma las legumbres y cereales a mediodía y las verduras y la carne y el pescado por la noche…

¿En purés o en ‘cachitos’?

El baby led-weaning, que consiste en iniciar al bebé directamente en la alimentación sólida, sin pasar por lo pures, tiene muchas ventajas y cada vez más familias optan por este método, pero si, por temor a no hacerlo correctamente, miedo a los atragantamientos, porque va a comer en la guardería… o por los motivos que sean, los padres deciden que se inicie con los tradicionales purés y papillas de cereales, no hay problema, siempre y cuando, pasados pocos meses, empecemos a introducirle poco a poco nuevas texturas. El método es lo de menos siempre y cuando ofrezcamos a nuestro bebé alimentos sanos y acordes a su edad y necesidades.

¿Para qué alimentos hay que esperar sí o sí?

Hay alimentos que, por sus características, textura o las sustancias que contienen hay que introducir más tarde, pues, de lo contrario, podríamos dañar la salud del bebé. Esto son:

•Miel: No se debe dar antes de los 12 meses para evitar la posibilidad de botulismo infantil. Aunque después tampoco es muy recomendable debido a su contenido en azúcar.

•Pescados con alto contenido en metilmercurio, como atún tintorera, emperador, cazón, atún… no deben darse a los niños pequeños, y en grandes cantidades (más de 120 gramos) hasta los 10 o 14 años, según recomendaciones de EASAN.

•Se puede ofrecer yogur natural o queso a los 9 meses, pero la leche entera de vaca, no antes de los 12 meses. Aun así, la lactancia materna a esta edad siempre será más recomendable.

El primer año de vida hay que evitar las verduras de hoja verde como la acelga, la espinaca o la borraja, por su alto contenido en nitratos, ya que puede provocar por el riesgo de metahemoglobinemia.

•No hay que añadir ni sal ni azúcar a las comidas de los bebés. 

• Frutos secos. Debido al riesgo de atragantamiento, es mejor no ofrecerlos enteros hasta pasados los tres años. Sí se pueden dar molidos o triturados.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento