Por qué no deberías comprar fruta ya cortada en el supermercado

Una pieza de manzana cortada.
Una pieza de manzana cortada.
©GTRESONLINE
Una pieza de manzana cortada.

Se pueden encontrar en los supermercados, tiendas minoristas y comercios o en las máquinas expendedoras diferentes piezas de fruta que vienen ya peladas y cortadas, listas para consumir. Sin embargo, hay que tener cuidado con la forma en la que se conservan estos alimentos para evitar intoxicaciones.

Esto es debido a que la fruta cortada debe mantenerse en la nevera hasta que se consuma, tanto en el hogar como en las tiendas de alimentación, en los restaurantes y el resto de establecimientos donde puedan adquirirse. 

De hecho, existen bacterias patógenas, como Salmonella, Listeria y Escherichia coli, que pueden hacer que se contaminen las piezas de fruta y se multipliquen en ellas. Esto hace importante el hecho de seguir las recomendaciones que marca el servicio de Salud de la Comunidad de Madrid. 

Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias

En primer lugar, hay que tener en cuenta las temperaturas de almacenamiento, conservación, transporte y venta, unas consideraciones que deben tener en cuenta los establecimientos que vendan este tipo de frutas ya cortadas. 

Estas son las principales recomendaciones para conservar estos alimentos, tal y como establece el Real Decreto 3484/2000, de 29 de diciembre, por el que se establecen las normas de higiene para la elaboración, distribución y comercio de comidas preparadas: 

  • Comidas refrigeradas con un periodo de duración inferior a 24 horas: mantener a una temperatura menor o igual a 8 ºC.
  • Comidas refrigeradas con un periodo de duración superior a 24 horas: mantener a una temperatura menor o igual a 4 ºC.

Sin embargo, el Reglamento (CE) 852/2004, relativo a la higiene de los productos alimenticios, establece que se podrán permitir, por necesidades prácticas, que los alimentos estén periodos limitados de tiempo fuera de control de temperatura, siempre que ello no suponga un riesgo para la salud. 

De este modo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los alimentos refrigerados pueden estar un máximo de dos horas sin control de temperatura, transcurrido el cual deben volver almacenarse en refrigeración. 

Así, las tiendas de alimentación y los restaurantes deben disponer de procedimientos documentados que garanticen el control de tiempo y temperatura. 

¿Qué hacer ante una intoxicación alimentaria?

Es por este problema de temperatura por el que se producen muchas más intoxicaciones alimentarias durante el verano, momento del año en el que hay que tener más cuidado con la conservación de los alimentos.

Si se tiene una sospecha de que ha habido una intoxicación, por ejemplo, por aparición de síntomas gastrointestinales en varias personas que han coincidido en alguna comida, hay que seguir estas pautas:

  • Acudir al médico para recibir tratamiento y se inicie la investigación epidemiológica o contacte con las Secciones de Epidemiología del Área Única de Salud Pública.
  • Si sospecha de la aparición de más casos, se puede notificar llamando al 061 o acceder a la información sobre notificación de brotes.
  • No consumir los restos de alimentos sospechosos, pero no hay que tirarlos a la basura inmediatamente por si fuera necesario analizarlos.
  • Evitar que esas personas enfermas preparen alimentos, y en todo caso, mantener las recomendaciones de higiene en la preparación de alimentos

Se pueden tener en cuenta las cinco pautas de seguridad alimentaria que se muestran en el siguiente enlace.

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