La práctica médica dispone de una amplísima gama de pruebas diagnósticas empleadas para detectar las más variadas enfermedades. Cada una tiene sus particularidades y sus métodos, y muchas requieren una cierta preparación previa por parte del paciente.
Una prueba muy común es la resonancia magnética, un procedimiento de imagen que se realiza en los servicios de radiología. Efectivamente, es necesario tener presentes algunas cosas antes de acudir a hacérsela, tal y como explica el Servicio de Radiología del Hospital de Manises en el blog de la institución.
Antes de la prueba
En el caso de la resonancia magnética, en principio no es necesario modificar de ninguna manera los hábitos alimenticios o la pauta de medicamentos antes de realizársela. No obstante, sí es verdad que puede haber ocasiones en las que el médico nos indique lo contrario.
También, es posible que nos administren un contraste, en este caso con un metal llamado gadolinio, cuya función es ser muy visible en la imagen, haciendo más fácilmente observables ciertas estructuras o procesos corporales.
En cualquier caso, sí que es importante que informemos al médico de cualquier condición grave que tengamos, ya que pueden ser incompatibles con partes del procedimiento (por ejemplo, con la administración del contraste), o de cirugías a las que nos hayamos sometido recientemente.
Al acudir al hospital
Cuando ya nos dirijamos al hospital a realizarnos la imagen, deberemos evitar llevar encima cualquier objeto metálico. Y es que no sólo pueden afectar a las imágenes, produciendo aberraciones, sino que por la propia naturaleza de la resonancia magnética pueden transformarse en proyectiles en la sala, potencialmente dañando al paciente o al personal sanitario que allí se encuentre.
Concretamente, deberemos evitar llevar joyas, relojes, tarjetas de crédito, audífonos, broches, horquillas, cierres metálicos, aparatos dentales desmontables, bolígrafos, gafas o navajas.
De la misma manera, si llevamos piercings será necesario quitárnoslos para la prueba. Afortunadamente, la mayoría de los piercing de calidad no están hechos de metales ferrosos, por lo que no se ven atraídos por el imán de la resonancia (evitando el 'efecto proyectil'), pero aún así pueden interferir en las imágenes. Similarmente, algunos tatuajes más antiguos, realizados con tinta ferrosa, podrían calentarse durante la resonancia, pero desde hace un tiempo el uso de estas tintas es muy poco habitual.
En el caso de los implantes, y aunque deberemos en todo caso avisar al médico (aunque se trate de empastes dentales, retenedores...), la mayoría no supone ningún problema. Algunas excepciones son los implantes cocleares, los clips empleados en aneurismas, ciertas prótesis colocadas en vasos sanguíneos y casi todos los desfibriladores y marcapasos cardíacos.
Referencias
Hospital de Manises. Indicaciones para hacer de forma correcta una resonancia magnética. hospitalmanises.es (2019).
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