Qué es la esquizofrenia paranoide: síntomas y tratamiento de este trastorno mental crónico

Fotografía de archivo de una persona con esquizofrenia.
Fotografía de archivo de una persona con esquizofrenia.
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Fotografía de archivo de una persona con esquizofrenia.

Más de 21 millones de personas en todo el mundo padecen esquizofrenia, un trastorno mental crónico grave que se asocia a una "discapacidad considerable", según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad se caracteriza por "una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta".

Así, las personas que padecen esquizofrenia suelen experimentar "alucinaciones y delirios", así como una conducta "desorganizada", un discurso al hablar incoherente o una profunda alteración de las emociones. No obstante, se trata de una enfermedad que se puede tratar y para la que la farmacoterapia y el apoyo psicosocial son eficaces y fundamentales. 

Así es la esquizofrenia de tipo paranoide y sus síntomas

Existen diferentes tipos de esquizofrenia y la paranoide se caracteriza por ser una psicosis por la que se percibe la realidad de forma completamente diferente y aparecen los síntomas paranoicos. Es el tipo de esquizofrenia más conocido y el paciente suele experimentar alucinaciones de "carácter persecutorio", por las que siente que "algo o alguien pretende hacerle daño", explican los expertos en psicología de Psicología y Mente.

Estas sensaciones generan reacciones como "miedo, angustia o agresividad", aunque "la posibilidad de agresión es relativamente baja y suele darse en pacientes que no siguen tratamiento", añaden. De esta manera, la persona con este trastorno no presenta otros síntomas como la catatonia o las alteraciones en el habla o movimiento. Además, es el tipo de esquizofrenia "que menor deterioro cognitivo provoca y que mejor respuesta al tratamiento suele tener". 

Otros síntomas que pueden aparecer son los conocidos como delirios de grandeza y la creación de pensamientos o de creencias sobre la realidad de forma distorsionada.

¿Cuáles son las causas de la esquizofrenia?

Como subraya la OMS, todavía no se ha identificado una única causa o factor de esta enfermedad mental. De acuerdo con las investigaciones realizadas hasta el momento. "se considera que la esquizofrenia puede estar provocada por la interacción entre la genética y una serie de factores ambientales". Además, los factores psicosociales también pueden influir en su desarrollo.

En este sentido, la esquizofrenia puede ser hereditaria, ya que "diversos estudios sugieren que hay genes diferentes que pueden aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad". No obstante, "ningún gen por sí mismo causa el trastorno", explican desde el National Institute of Mental Health (NIMH). 

Asimismo, algunas investigaciones sugieren que "la combinación de factores genéticos, aspectos del entorno y las experiencias de vida de una persona pueden desempeñar una función en el desarrollo de la esquizofrenia". Por otro lado, diversos estudios muestran que la estructura y función del cerebro también podrían influir. 

"Hay investigaciones que muestran que es más probable que las personas con esquizofrenia tengan diferencias en el tamaño de ciertas áreas del cerebro y en las conexiones entre las áreas que lo conforman", añaden.

¿Cómo se trata este trastorno mental?

Los tratamientos actuales para el tratamiento de esta enfermedad crónica se centran en "ayudar a las personas a controlar sus síntomas, mejorar su funcionamiento diario y lograr metas personales en la vida", explican los expertos del NIMH.

Una parte del tratamiento es a nivel farmacológico. Los pacientes son tratados con medicamentos antipsicóticos o neurolépticos que pueden ayudar "a que los síntomas psicóticos sean menos intensos y menos frecuentes". Generalmente, se trata de un tratamiento diario, por lo que estas personas suelen tomar una medicina cada día.

Por otro lado, el apoyo psicosocial y la psicoterapia son dos aspectos fundamentales en el abordaje de esta enfermedad. "Resulta fundamental la psicoeducación de cara a facilitar la adherencia al tratamiento y la comprensión de los síntomas y alteraciones que se está sufriendo", añaden en Psicología y Mente. El apoyo familiar y del entorno más cercano también es relevante ante posibles brotes. 

"Es fundamental la empatía y la escucha activa tanto del sujeto como del entorno, resolviendo dudas y dando espacio a la expresión de pensamientos y emociones", subrayan. Asimismo, la terapia psicológica para las alucinaciones sirve para que el paciente "vaya poco a poco focalizando la atención en diferentes elementos propios de las voces que escucha, profundizando en ellas de cara a lograr que deje de atribuirlas a entes externos", detallan.

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