Día Mundial del Glaucoma: Los signos que te advierten de que algo no funciona bien en tus ojos

Cada 12 de marzo se reconoce el Día Mundial del Glaucoma, que hace referencia a un grupo de afecciones neurodegenerativa que dañan el nervio óptico, el encargado de transmitir a nuestro cerebro las imágenes captadas por nuestros ojos.​ Su complicación más grave es la ceguera.
El glaucoma se detecta fácilemene a través de pruebas oftalmológicas que comprueban la salud del nervio óptico.
El glaucoma se detecta fácilmente a través de pruebas oftalmológicas que comprueban la salud del nervio óptico.
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El glaucoma se detecta fácilemene a través de pruebas oftalmológicas que comprueban la salud del nervio óptico.

Todos los sentido de la raza humana son importantes, pero hablar de la vista siempre conlleva un nivel de preocupación. Los globos oculares tienden a ser frágiles y a estar muy expuestos, por lo que cualquier problema puede significar una grave molestia que afecte a nuestra calidad de vida, como puede ser el caso del glaucoma. Tres de cada cuatro personas en España dicen tener problemas de salud visual, según dicta el Libro blanco de la salud visual en España 2022.

La visión tiene un fuerte impacto en nuestra calidad de vida y por suerte, muchos de sus problemas se presentan de forma gradual y pueden llegar a ser reversibles si se detectan a tiempo. Es por ello que es crucial saber detectar a tiempo y reconocer los síntomas que se están presentando en los ojos y la visión. En este caso se expone qué es el glaucoma y por qué es una de las peores afecciones para la vista.  

¿Qué es el glaucoma? Estas son sus causas

La palabra 'glaucoma' hace referencia a un grupo de afecciones que dañan el nervio óptico, encargado de transmitir a nuestro cerebro las imágenes captadas por nuestros ojos. Generalmente, consisten en el aumento de la presión intraocular.

Esto se produce por la falta de drenaje del líquido que se encuentra en el interior del ojo (humor acuoso), que normalmente tiene lugar a través de un tejido llamado malla trabecular, situado en el ángulo que forman el iris y la córnea. Así, si esta falta de drenaje se debe a que la malla trabecular está bloqueada (total o parcialmente), se habla de glaucoma de ángulo abierto; si, por el contrario, se debe a que el ángulo de drenaje es demasiado estrecho, estamos ante un glaucoma de ángulo cerrado.

El ojo de una mujer, en una imagen de archivo.
Controlar la fatiga visual también es importante.
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Existe, por otra parte, una forma menos común de glaucoma en la que no existen problemas con el drenaje o la presión intraocular. Esto se denomina glaucoma de tensión normal, y en este caso el daño al nervio ocular deriva de otras condiciones como problemas circulatorios.

Las causas, en cualquier caso, no están del todo claras. Se sabe que hay factores hereditarios que juegan un importante papel, como también aumentan el riesgo la edad avanzada, ciertas enfermedades como las cardiovasculares o la diabetes y otros defectos oculares como la hipermetropía o la miopía en grados muy altos.

Detecta la sintomatología a tiempo

La sintomatología del glaucoma varía ampliamente en función del tipo del que se trate y de lo avanzada que se encuentre la condición.

Así, algunos síntomas comunes del glaucoma de ángulo abierto son la aparición de puntos ciegos en la visión, frecuentemente en ambos ojos y que pueden afectar tanto a la visión periférica como a la central, y en etapas avanzadas la visión de túnel.

En cambio, con el glaucoma de ángulo cerrado es frecuente experimentar dolor de cabeza intenso, dolor ocular, náuseas, vómitos, visión borrosa, halos de luz y enrojecimiento de los ojos.

A largo plazo, la principal complicación del glaucoma es la ceguera.

Así se puede tratar el glaucoma

El tratamiento del glaucoma consiste en disminuir la presión intraocular. Es fundamental comenzar con esta estrategia lo antes posible, ya que las lesiones en el nervio óptico no son reversibles.

Para ello, pueden emplearse gotas para los ojos a base de prostaglandinas, betabloqueadores, agonistas alfa adrenérgicos, inhibidores de la anhidrasa carbónica, inhibidores de la rho quinasa, agentes mióticos y colinérgicos o una combinación de varias de ellas.

Revisión en el oftalmólogo.
Revisión en el oftalmólogo.
Getty Images/iStockphoto

También es posible tratar el glaucoma con medicamentos orales, normalmente inhibidores de la anhidrasa carbónica, pero estos tienen importantes efectos secundarios como aumento de la frecuencia urinaria, hormigueos y cosquilleos, depresión, malestar estomacal y la aparición de cálculos renales.

Por último, existen varios métodos quirúrgicos aplicables, como son la terapia con láser, la cirugía de filtración, la inserción de tubos de drenaje o la cirugía de glaucoma mínimamente invasiva.

Referencias

National Eye Institute. (s. f.). Glaucoma | National Eye Institute. https://www.nei.nih.gov/espanol/aprenda-sobre-la-salud-ocular/enfermedades-y-afecciones-de-los-ojos/glaucoma

Glaucoma: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001620.htm

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