Muchas personas han oído hablar del botulismo como el gran riesgo de comer latas de conserva en mal estado. Pero no es el único caso en el que puede aparecer esta peligrosa enfermedad. Así, por ejemplo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha informado sobre cuatro casos confirmados de botulismo y dos probables con un vínculo común de consumo en los días previos de tortilla de patata envasada adquirida en diferentes supermercados. "Se están realizando las oportunas investigaciones de seguridad alimentaria", aseguran.
Varios de los afectados han sido hospitalizados y algunos de ellos han requerido ser ingresados en la UCI. A continuación explicamos en qué consiste exactamente esta afección, de qué otras maneras puede contraerse y cómo puede afectar a la salud de los seres humanos.
¿Qué es el botulismo? ¿Cuáles son sus causas?
El botulismo es el trastorno que se produce por la intoxicación con las sustancias producidas por la bacteria Clostridium botulinum. Se trata de una afección peligrosa y, de hecho, potencialmente mortal, por lo que se trata como una emergencia médica.
La toxina botulínica es un agente neurotóxico que afecta a las células nerviosas inhibiendo la liberación de acetilcolina, causando parálisis flácida de los músculos esqueléticos y fallo parasimpático.
Se puede dar en muchas formas diferentes, según el modo en el que se contraiga, siendo las más habituales la intoxicación alimentaria, la contaminación de heridas y el botulismo infantil.
- El alimentario se contrae por la ingestión de alimentos contaminados. Es la forma que pueden producir las latas de conserva en mal estado, que son ambientes ideales para la bacteria, ya que prolifera en condiciones de bajo oxígeno (es una bacteria anaeróbica)
- El botulismo infantil suele ser también una intoxicación alimentaria por ingerir esporas de la bacteria, pero también puede contraerse por inhalación de las mismas, presentes de forma natural en el suelo de algunos lugares.
- En el caso del botulismo por heridas, es una instancia muy rara y que se asocia principalmente a personas con problemas de drogadicción que emplean jeringuillas en condiciones no óptimas.
- Finalmente, también se han dado casos de botulismo por inhalación de esporas y como consecuencia de tratamientos con toxina botulínica, que se emplea en neurología y en medicina estética.
Síntomas del botulismo
Los síntomas concretos van a depender del modo de contagio, aunque se pueden distinguir algunos comunes a todas las formas. En adultos, estos incluyen dificultad para tragar o hablar, debilidad facial en ambos lados de la cara, visión borrosa o doble, párpados caídos, dificultad respiratoria y parálisis.
Cuando se trata de botulismo alimentario, a estos se pueden sumar náuseas, vómitos y calambres abdominales; cuando se contrae a través de las heridas, puede aparecer inflamación o enrojecimiento de la herida.
Si se sospecha que se puede haber contraído botulismo por esta vía, es conveniente conservar el alimento sospechoso, ya que un análisis del mismo puede ser muy útil para confirmar si es así y comprobar la cepa bacteriana.
Finalmente, el botulismo infantil se caracteriza por una sintomatología que incluye estreñimiento, movimientos flojos, llanto débil, irritabilidad, babeo, párpados caídos, cansancio aparente, dificultad para la succión y parálisis. En cambio, ciertos síntomas como fiebre, confusión o cambios en la frecuencia cardíaca o tensión arterial son inusuales.
¿Cuál es el tratamiento del botulismo?
El botulismo tiene un buen pronóstico, especialmente si se diagnostica a tiempo. El enfoque habitual es la administración de antitoxina, un medicamento que impide daños ulteriores (si bien no repara los daños ya sufridos por las células nerviosas) y terapia de soporte.
Además de ello, es frecuente la inducción al vómito y/o a la actividad intestinal en los casos de botulismo alimentario y de intervención quirúrgica en la herida infectada para eliminar las zonas que puedan albergar la bacteria. En este último supuesto, también es posible aplicar un tratamiento con antibióticos. La terapia de soporte dependerá de los daños sufridos, pero puede incluir asistencia respiratoria, alimentación e hidratación intravenosa y rehabilitación.
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