¿Qué es la ataxia y cuales son sus posibles causas?

Con el término ataxia se designa un signo clínico neurológico que caracteriza a todo un abanico de trastornos, razón por la que es frecuente encontrárselo con apellidos (por ejemplo, ataxia cerebelosa o ataxia de Friedreich). Proviene del griego a- ("negativo" o "sin") taxia ("orden"), por la descoordinación que provoca en los movimientos de la persona afectada.

Si se presenta este síntoma, es muy importante acudir a un médico para que pueda identificar el origen del mismo, debido a esta amplia gama de enfermedades que pueden provocarlo. Del diagnostico dependerá la posibilidad de cura en el caso de cada paciente.

¿Qué es la ataxia y qué la causa?

La ataxia es, entonces, un signo neurológico que consiste en una falta de coordinación en los movimientos musculares. Puede tener su origen en el cerebelo o, por el contrario, en los receptores posicionales o propioceptivos.

Esto se traduce en la realización de movimientos involuntarios y espasmódicos, dificultad o imposibilidad de realizar movimientos voluntarios coordinados finos, variación en la dirección y amplitud del movimiento voluntario, alteraciones posturales, disminución del equilibrio, andar inestable, cambios en el habla y movimientos oculares involuntarios.

Este signo clínico puede venir provocado por varios factores desencadenantes. Por ejemplo, puede sobrevenir como consecuencia de un traumatismo craneal; un accidente cerebrovascular; una parálisis cerebral infantil; varias enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, la sarcoidosis, o la enfermedad celíaca; infecciones como el VIH, la sífilis, la enfermedad de Lyme o la covid-19; cánceres; infecciones cerebrales; crecimientos cerebrales malignos y benignos; reacciones tóxicas a medicamentos como barbitúricos o benzodiacepinas y a drogas como el alcohol; enfermedades hereditarias neurodegenerativas, deficiencias de nutrientes, problemas de tiroides.

¿Cómo se trata?

El tratamiento será muy variado según el origen de la ataxia. En muchos casos, simplemente el tratamiento de la causa servirá para resolver el signo, mientras que en otros no queda más que esperar que remita por sí solo.

En cambio, existen pocos tratamientos sintomáticos capaces de proporcionar un alivio notable; si bien si existen algunas terapias (como la terapia del habla y la fisioterapia) que pueden ayudar a paliar sus consecuencias en la vida del enfermo.

Por otra parte, existen también varios dispositivos ortopédicos y adaptativos para asistir a las personas con ataxia en su vida diaria: desde bastones hasta dispositivos para poder hablar y comunicarse más eficazmente.