Prematuridad y reproducción asistida: ¿Cuál es la relación real entre ellas?

  • La tasa de prematuridad en los embarazos por reproducción asistida es el 14,5%, por encima de la media. 
  • Según afirma la doctora Rocío Núñez, la edad es más determinante que los ciclos de reproducción asistida en sí para que se produzca un parto prematuro. 
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Sanidad recupera la reproducción asistida pública para mujeres sin pareja, lesbianas y trans
Imagen de un tratamiento de fecundación in vitro
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Según los últimos datos, 1 de cada 10 niños nace siendo prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de gestación. Esta prematuridad, sobre todo si se trata de grandes y extremos prematuros (nacidos antes las 32 y 28 semanas respectivamente) es un importante factor de riesgo para que esos niños padezcan algún tipo de discapacidad en el futuro, sobre todo las relacionadas con causas neurológicas y cognitivas. Para reducir las tasas de discapacidad asociadas a la prematuridad, lo más importante es encontrar las causas de la prematuridad. Tradicionalmente, una de las causas que más se ha asociado a la prematuridad es la reproducción asistida. Por un lado, porque tiene -o tenía- un mayor riesgo de parto múltiple, y por otro, porque las fecundaciones in vitro que se realizan mediante ovodonación también tiene una mayor tasa de partos prematuros.

Sin embargo, las últimas investigaciones apuntan a que la relación entre las técnicas de reproducción asistida y los partos prematuros no está tan clara como se pensaba, tal y como nos explica Rocío Núñez, doctora en Biología y experta en Reproducción Asistida y Bioética y patrona de la Fundación NeNe por el Desarrollo de la Neurología Neonata.

Qué dicen los datos sobre reproducción asistida y prematuridad

Un parto puede producirse de manera prematura por varias causas, como nos explica Rocío Núñez, interfieren sobre todo “factores ambientales, como el tipo de vida que lleva la madre o su salud. De hecho, las mujeres que tienen un estatus social más bajo es más probable que tengan un parto prematuro porque las condiciones sociales lo propician así, tienen menos cuidados…. También influye si tiene obesidad o enfermedades previas como la diabetes y la hipertensión”. Aunque, sin duda, uno de los principales factores de riesgo son los embarazos múltiples, mucho más comunes cuando el embarazo se produce a través de técnicas de reproducción asistida.

Sin embargo, en los últimos años, según datos publicados por el Registro Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), la prematuridad en mujeres en tratamientos de fertilidad no está asociada únicamente a los partos múltiples. Debido a que las técnicas reproducción asistida son cada vez más eficaces, se tiende cada vez más a trasferir un único embrión y se reduce mucho la cantidad de partos múltiples. De hecho, en 2019, “las técnicas de reproducción asistida tienen un 9% de tasa de parto múltiple, una cifra que ya se encuentra próxima a las apreciadas en la población general y, por tanto, considerada dentro de lo normal”.

A pesar de esta reducción, la tasa de prematuridad en los embarazos por reproducción asistida es del 14,5%, bastante por encima de la media. Esto se debe a que esta tasa se eleva mucho cuando se trata embarazos conseguidos a través de ovodonaciones, es decir, con óvulos de una donante y no de la propia paciente. En el caso de tratamientos de reproducción asistida con óvulos propios la tasa de prematuridad es del 12% -muy cercana a la general- y en los embarazos con ovodonación la prematuridad se dispara hasta el 18%. Es más, como apunta Rocío Núñez, la tasa de niños muy prematuros o extremadamente prematuros es muy alta, del 3,5%.

Es la edad, no la ovodonación

Si tomamos aisladamente los datos, la conclusión es fácil: los tratamientos con reproducción asistida son un factor de riesgo para la prematuridad, especialmente si se trata de ovodonación. Sin embargo, no es la reproducción asista en sí, sino la edad de la madre, mayor factor de riesgo para tener un parto prematuro, “se ha hablado mucho de que la reproducción asistida está asociada, en general, con partos prematuros, pero solamente está asociado cuando se producen embarazos múltiples, y ahora los partos múltiples en Fecundación in vitro (FIV) se están reduciendo. Lo que sí ha aumentado es el número de embarazos por donación de ovocitos, y la donación se hace casi siempre en mujeres mayores”. Y es que, a partir de los 40 y especialmente a partir de los 45, “es muy improbable que una mujer se quede embarazada de manera espontánea, con sus propios óvulos, sin la ayuda de ninguna técnica de reproducción asistida”.

Una mayor edad de la madre conlleva un mayor riesgo de desarrollar patologías asociadas a la edad, “como la diabetes, la hipertensión… porque el embarazo es una caja de resonancia de todo lo que existe previamente. Así, los problemas como la prediabetes y la hipertensión se agravan, y padecer estas patologías durante el embarazo es un importante factor de riesgo de parto prematuro”, afirma Rocío.

Qué se puede hacer para reducir el riesgo de prematuridad 

Rocío Núñez no quiere que estos datos desanimen a las mujeres de más de 40 a someterse a una reproducción asistida, sino que propone que, antes de someterse a una FIV, se estudie bien su estado de salud para “prevenir o prever los riesgos asociados con las posibles patologías que tengan y que afecten al embarazo, y ponerles remedio antes para que la mujer se someta a una FIV”. Esto también implica corregir otros factores de riesgo no asociados a la edad, como la obesidad o el tabaquismo. La Sociedad Española de Fertilidad también recomienda “que no se hagan tratamientos de reproducción asistida a mayores de 50. Hay centros que lo hacen, pero no se debería hacer, porque a partir de esa edad, el embarazo es de muchísimo riesgo”, advierte.

Además, para reducir la prematuridad asociada a la reproducción asistida hay que seguir reduciendo los embarazos múltiples, algo que, por suerte, ya se está consiguiendo, “hasta hace pocos años, para que hubiera más posibilidad de embarazo, en una FIV se transferían dos embriones, o incluso tres, que es el número máximo que se permiten en España, y ser transferían con dos o tres días. Ahora se esperan 5 o 6 días, y se transfieren cuando son blastocistos, porque un blastocisto, si ha llegado a este estado ‘in vitro’, tiene muchas más posibilidades de implantar. Como tiene más posibilidades, se trasfiere solo uno, y evitamos el riesgo de embarazo múltiple y el riesgo de parto prematuro asociado a los embarazos múltiples. Además, también ha mejorado la congelación. Antes, la supervivencia de los ‘blastos’ congelados era muy mala, y se transferían antes para no perder los embriones, pero eso también ha mejorado, e incluso se pueden transferir ‘blastos’ descongelados”. 

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