
Explorar nuevas sensaciones, reír a carcajadas, olvidar, dejarnos llevar… Los motivos por los que las personas llevamos consumiendo drogas durante siglos no son nuevos. Y muchas de estas sustancias tampoco lo son. Además, la prohibición de algunas de ellas, a menudo resulta en el consumo de otras muchas que, durante algún tiempo, permanecen en un limbo legal en España que hace más fácil su acceso.
Pero, ¿tienen menos riesgos estas drogas? Para conocer cuáles son estas sustancias y los peligros derivados de consumirlas, hablamos con Claudio Vidal, director estatal de Energy Control, una organización que trabaja para que el consumo de estupefacientes se haga de forma segura.
El 'vacío legal' de sustancias en España
Claudio Vidal explica a 20Minutos qué quiere decir 'vacío legal', un término que utilizamos con soltura y del que la mayoría desconocemos sus matices. "La ley española contempla la producción y venta de drogas como un delito recogido en el código penal, considerado un delito contra la salud pública. Es lo que consideramos ‘tráfico de drogas".
Lo que no se sanciona es el consumo de drogas en el ámbito privado, pero si en el ámbito público, que se considera una infracción administrativa y puede conllevar una cuantiosa multa.
"El problema se plantea con la definición de droga o sustancia estupefaciente. Se entiende que estas son aquellas que están incluidas en las listas de fiscalización de Naciones Unidas, que se reúne cada año para incluir o modificar estas listas. Cuando una sustancia no está dentro de estas listas es cuando podemos hablar de ‘vacío legal", explica.
No obstante, Claudio nos recuerda que en la mayoría de ocasiones estas drogas tienen otros usos como el de la alimentación, o la medicina, y lo que se prohíbe es su venta para el consumo humano.
¿Cuál es el gas de la risa?

Su nombre oficial es 'óxido nitroso E942'. Basta con inhalarlo para que llegue rápidamente al cerebro y se noten sus efectos: euforia, sensación de bienestar y risa, de ahí su nombre. Eso sí, duran muy poco. Claudio Vidal nos explica que hay dos tipos de riesgos asociados al consumo de esta sustancia: "Los primeros tienen que ver con cómo se utiliza, y los segundos con la frecuencia e intensidad con la que se utilizan".
Con respecto a cómo se utilizan, advierte que "los cartuchos deben manipularse con unos dispositivos para no aspirar el gas directamente del cartucho, ya que sale a muy baja temperatura y puede provocar quemaduras en la boca". Aunque los verdaderos riesgos residen en el modo de consumo: "debe evitarse la retención de gas en los pulmones porque desplaza el oxígeno y puede aumentar el riesgo de asfixia".
Además, desde el Plan Nacional de Drogas advierten que "si se utiliza esta sustancia durante varios días seguidos, se produce una disminución de los niveles de la vitamina B12 en el organismo que tendría como consecuencia la aparición de problemas neurológicos y cognitivos"
No obstante, desde Energy Control están tranquilos: "Los estudios que existen nos dicen que el consumo del óxido nitroso tiende a ser ocasional y no está descrito que genere adicción".
El fentanilo, una moda ‘gringa’

"Es un opioide sintético similar a la morfina, pero entre 50 y 100 veces más potente". Esta es la definición que dan desde National Institute on Drug Abuse. Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente? Pues que es un medicamento que se receta a pacientes con dolores muy intensos, especialmente después de una operación quirúrgica o algunos con dolores crónicos. Y puede llegar a ser muy adictivo.
Su popularidad reside en que, en el año 2022, esta sustancia se convirtió en el protagonista de los Estados Unidos, provocando en torno a tres cuartas partes de las muertes por sobredosis del país. Se habla de casi 2000 muertes por semana. San Francisco es un claro ejemplo: allí han muerto desde 2020 el doble de personas por sobredosis (unas 2.000) que a causa de la pandemia. "En los últimos años, estamos viendo en Estados Unidos y Canadá una auténtica epidemia de sobredosis vinculadas a los opioides. Pero no ha llegado a España ni a Europa", afirma Claudio.
El popper, muy lejos de ser una 'droga homosexual'

Se compra por internet. No hay más que teclear su nombre en Google y elegir uno de los primeros enlaces de compra que aparecen. Desde el Plan Nacional de Drogas conocen la trampa: "numerosas tiendas online comercializan popper de manera ilegal como limpiadores de cabezales de ordenadores, sales de baño, disolvente o fertilizantes para plantas, para así camuflar su adquisición bajo la forma de productos lícitos".
Su consumo se ha vinculado con la población homosexual. Las razones: su efecto psicoactivo y la relajación de la musculatura lisa, que facilita la penetración anal. "Sin embargo, el consumo de popper se ha descentralizado en los últimos años, y ha comenzado a estar en otros contextos vinculados a la fiesta y a la noche, donde parece cumplir otras funciones, entre las que está la experimentación de sus efectos psicoactivos y la potenciación de otras sustancias", nos cuenta Claudio
Aunque el efecto más buscado sigue teniendo que ver con el aumento de la libido. Muchas personas lo utilizan durante las prácticas sexuales chemsex. Sus efectos secundarios incluyen: vértigos, dolores de cabeza, congestión de la cara y el cuello, taquicardia, náuseas, vómitos y diarrea. Por eso, a menudo puede confundirse con los efectos de una borrachera o una mala resaca.
Referencias
Poppers. Plan Nacional sobre Drogas. Consultado online en: https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/dosieresinformacion/pdf/20221229_Dosier_Popper.pdf el 13 de junio de 2023.
Óxido nitroso o “gas de la risa”. Plan Nacional sobre Drogas. Consultado online en: https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/dosieresinformacion/pdf/20230504_Dosier_OxidoNitroso_GasRisa.pdf el 13 de junio de 2023
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