La fundación Michael J. Fox busca voluntarios en España para una investigación sobre el párkinson

Las manos de un cuidador con una persona mayor
Las manos de un cuidador con una persona mayor
Europa Press
Las manos de un cuidador con una persona mayor

Un proyecto promovido por la Fundación Michael J. Fox busca voluntarios en Barcelona para que respondan unos cuestionarios que contribuirán a estudiar las fases iniciales del párkinson, en la que un diagnóstico precoz es clave para frenar el avance de la enfermedad.

El párkinson, que desde hace años sufre el actor norteamericano Michael J. Fox, es un tipo de trastorno del movimiento que ocurre cuando las neuronas no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el cerebro, conocida como dopamina, lo que provoca temblores y otros síntomas motores que son altamente invalidantes.

La fundación del actor promueve iniciativas de investigación y una de ellas es un estudio que en Europa se llevará a cabo en tres ciudades, Barcelona, Innsbruk (Austria) y Kassel (Alemania), para determinar sistemas de detección más temprana de la enfermedad.

"Por diferentes estudios que hemos hecho, hemos visto una serie de síntomas que empiezan 15 años antes", ha explicado una de las investigadoras principales el proyecto, María José Martí.

Según esta neuróloga del Hospital Clínic de Barcelona, el objetivo del estudio es "saber si de una manera fácil y rápida se puede detectar en la población general quién tiene más riesgo de desarrollar la enfermedad".

La encuesta 

Para ello, han creado un cuestionario, que se puede responder en la página web "cervellsaludable.cat", y que está dirigido solo a personas neurológicamente sanas de entre 50 y 80 años, así como familiares diagnosticados de enfermedades neurodegenerativas de la vejez.

Las preguntas de la encuesta abordan los elementos que acentuarían el riesgo de sufrir la enfermedad en un futuro, que son muchos y variados, como ser varón, tener antecedentes familiares, problemas urinarios, depresión, ansiedad, ser fumador, diabético, sufrir trastornos del sueño, estreñimiento o pérdida de olfato.

Tener alguno o más de uno de estos síntomas o condiciones no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad del Parkinson, pero sí que son elementos que sirven a los investigadores para, a través de algoritmos que analizan el conjunto de datos, extraer una puntuación de riesgo.

Los investigadores se han marcado el objetivo de lograr 10.000 respuestas a las encuestas y, de ahí, calculan escoger unos 200 casos, a los que harán pruebas clínicas -como estudio del olfato o analíticas- y un seguimiento de unos 11 años.

Durante este periodo de tiempo, los investigadores irán observando si los indicadores de riesgo extraídos de las encuestas iniciales eran acertados, en función de si los casos estudiados desarrollan o no sintomatología de la enfermedad del Parkinson, lo que serviría para anticipar aún más la detección precoz.

La segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente

Esta enfermedad afecta a unas 160.000 personas en España y se trata de la segunda neurodegenerativa más frecuente, después del alzhéimer.

La gran mayoría de diagnósticos se hacen entre los 60 y los 70 años, aunque, según la doctora Martí, cada vez se observan más casos de personas menores de 50 años.

En todo caso, la edad es uno de los factores determinantes en el párkinson y, en una población cada vez más envejecida, la previsión es que en los próximos años la incidencia de la enfermedad se dispare, como ocurrirá también con el Alzhéimer.

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