Qué causa la ruptura prematura de membranas, una complicación bastante grave durante el embarazo

  • Se conoce popularmente como "romper aguas" y cuando ocurre antes del trabajo de parto, la ruptura es prematura.
Mujer con contracciones de Braxton Hicks
Si pasan más de 24 horas y el trabajo de parto no se ha iniciado, el bebé puede estar en un grave riesgo.
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Mujer con contracciones de Braxton Hicks

Cuando se produce una ruptura prematura de membranas hay que actuar de inmediato. Desde Stanford Children's Health informan de que esto puede ocurrir antes de las 37 semanas, por lo que estaríamos ante una ruptura de membranas pretérmino. No obstante, la bolsa amniótica puede romperse en la fecha prevista de parto, pero antes de que las contracciones empiecen. 

Por lo general, tras la ruptura prematura de membranas el trabajo de parto comienza en el curso de unas 24 horas. Sin embargo, en el Manual MSD alertan de que si esto no ocurre entre  6-12 horas después, el bebé puede quedarse sin líquido amniótico y esta situación se volvería muy grave. Por eso, cuando se rompen aguas lo mejor es acudir al hospital de inmediato.

¿Por qué se produce la ruptura prematura de membranas?

Son muchas las ocasiones en las que es difícil determinar las causas exactas por las que se produce la ruptura prematura de membranas. Normalmente, esto ocurre cuando se inicia el trabajo de parto, pero cuando sucede antes de que este empiece puede deberse a que hay una infección en curso, el saco amniótico se ha estirado demasiado o existen antecedentes.

Si el parto no se inicia después de la ruptura prematura de membranas, hay que acudir de inmediato al hospital. Esto es sobre todo importante en aquellos casos en los que la bolsa se rompa en un parto pretérmino, es decir, antes de las 37 semanas. El bebé todavía no está formado del todo y puede haber serias complicaciones si no se cuenta con los medios para abordar esta situación.

Complicaciones en la ruptura prematura de membranas

Cuando la ruptura prematura de membranas coincide con la fecha cercana al parto y las contracciones empiezan poco después de haber roto aguas no hay que alarmarse. No obstante, la ruptura prematura con un trabajo de parto que no empieza y que esto suceda antes de la semana 37 entraña una serie de riesgos que recoge el Manual MSD y que exponemos a continuación:

  • Se incrementan las posibilidades de que aparezca una infección intraamniótica y puede provocar que no le llegue suficiente oxígeno al bebé, que se produzca una sepsis, que empiece a convulsionar o, en los casos más graves, la muerte.
  • El bebé puede adoptar una posición poco adecuada para que el trabajo de parto pueda transcurrir sin problemas. Por esta razón, y la gravedad de que se quede sin líquido amniótico, suele recurrirse a una cesárea de urgencia.
  • Puede producirse un desprendimiento de la placenta que suele cursar con dolor abdominal, cólicos o sangrado, aunque hay mujeres que no presentan síntomas. Esta situación puede ser mortal para el bebé.

La inducción del parto

En el momento en el que una mujer embarazada llega al hospital por una ruptura prematura de membranas se la monitoreará para comprobar que el parto se inicia en las 6-12 horas posteriores. En el caso de que esta situación no se produzca, la inducción con medicamentos es el procedimiento habitual. Además, si el bebé no se encuentra en posición, la cesárea es la alternativa más segura.

La ruptura prematura de membranas es una situación de riesgo. Cada minuto que pasa y que el parto no se inicia, las posibilidades de sufrir una infección o cualquier otro de los problemas mencionados se incrementa. Además, en los casos de rotura de agua antes de las 37 semana esto es más delicado. Por eso, acudir al hospital sin demora es importante para garantizar que tanto la madre como el propio bebé estará bien y que este nacerá saludable.

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