¿Qué causa la infertilidad en los hombres? Estos son los problemas más habituales

Alrededor del 15% de las parejas tienen dificultades para concebir un hijo y en el 40% de los casos de infertilidad, el factor masculino es determinante. Otro 40% tiene su origen en la mujer, y en el 20% de los casos no se encuentra la causa. Al igual que ocurre con la infertilidad femenina, para poder tratarla, hay que conocer del origen, y en este caso también son muchas las causas que pueden provocar que los hombres tengan dificultades para tener un hijo.

Detrás de un gran porcentaje de la infertilidad masculina encontramos la mala calidad del semen que, según a los estándares marcados por la Organización Mundial de la Salud, ha descendido mucho en los últimos años. Tanto que, entre un 30% y un 50% de los hombres en edad fértil tiene un semen de una calidad inferior. De hecho, esta disminución ha llevado a la OMS a rebajar algunos parámetros exigidos para considerar un semen normal, como la concentración de 15 millones de espermatozoides por mililitro, cuando hace veinte años la marca se establecía en 40 millones.

¿Cómo afecta la temperatura de los testículos a la producción de esperma?

Las causas que hay detrás de esta mala calidad del esperma también son muy variadas, desde las hormonales, hasta las vasculares, pasando por las atribuibles al estilo de vida. En general, según apunta la web especializada en reproducción asistida, Reproducción asistida.org, la esterilidad masculina puede dividirse en cuatro grandes grupos, y todos ellos afectan, de un modo u otro, a la calidad del semen. Y es que, para considerar que un esperma es buena calidad debe cumplir con unos valores mínimos en cuanto a la concentración, movilidad, morfología y vitalidad.

Causas pretesticulares o endocrinas

Las causas pretesticulares o endocrinas son las que se provienen sobre todo de problemas hormonales, que es una de las principales causas de esterilidad masculina. Este ‘fallo’ hormonal provoca problemas en la espermatogénesis, es decir, la producción de espermatozoides. Las hormonas LH y FSH son las encargadas de actuar en la función reproductora del varón y están secretadas por la hipófisis. Cualquier problema que afecte a la hipófisis puede alterar, por tanto, la producción de estas hormonas. Algunas de las enfermedades que pueden alternar la función de la hipófisis son: el hiper o hipotiroidismo, la diabetes, el hipogonadismo hipogonadotropo o la hiperprolactinemia. También pueden alterarla unos hábitos de vida poco saludables (consumo de drogas, alcohol, tabaquismo, obesidad…), el consumo de ciertos medicamentos (medicinas para la artritis, oncológicos, anabolizantes…) o tumores en la zona.

Causas testiculares

Algunos defectos o alteraciones en la zona testicular pueden provocar infertilidad masculina. Algunos de estas alternaciones son genéticas -de nacimiento- y otras adquiridas.

Entre las alteraciones congénitas la más común es el síndrome de Klinefelter (un trastorno cromosómico), pero también encontramos otras como el síndrome de Turner, el síndrome XYY o el síndrome XX. También es común dentro de las alternaciones congénitas el criptorquidismo, que ocurre cuando uno o ambos testículos no desciende.

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En cuanto a las alteraciones en los testículos adquiridas o que se producen a lo largo de la vida de los varones encontramos el varicocele, que es el más común. Se produce cuando se agrandan las venas del escroto, lo que alterna el flujo sanguíneo del testículo y provocan un aumento de la temperatura que afecta negativamente la producción de espermatozoides. Esta afección está presente en aproximadamente el 25 % de los hombres con problemas de fertilidad.

También pueden provocar fallos a nivel testicular los traumatismos, el consumo de drogas y algunos medicamentos (radio, quimio…) o daños provocados por infecciones víricas o bacterianas, como las paperas, la gonorrea, la clamidia y también la covid-19. Estas infecciones pueden provocar inflamación del epidídimo (epididimitis) o de los testículos (orquitis) y provocar daños en los testículos que puede llegar a ser permanentes.

Causas postesticulares: alteraciones en las vías seminales

Cualquier alteración en las vías seminales, como obstrucciones o la incapacidad de eyacular, pueden provocar esterilidad, aunque la calidad del semen sea óptima o los testículos lo produzcan correctamente. Entre el 10% y el 20% de los casos de infertilidad se deben a factores postesticulares. Para salir al exterior, el esperma tiene que atravesar distintas vías: el epidídimo, los conductos deferentes y la uretra. Si hay alguna obstrucción o alternación que dificulte que los espermatozoides las atraviesen, los varones tendrán dificultades para concebir. Las causas de provocan alteraciones en estas vías son diversas como infecciones, traumatismos, fibrosis quística, la hipospadia (cuando la abertura de la uretra no está en la punta del pene), la presencia de anticuerpos antiespermatozoides (defectos en el sistema inmune, que produce anticuerpos que atacan al esperma e impide que se mueva correctamente), cirugías previas en la zona o la eyaculación retrógrada (cuando el esperma va a para al interior de la vejiga en lugar de salir por la uretra).

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Causas espermáticas

Estas causas tienen lugar cuando existen alteraciones en los espermatozoides que afectan directamente a su morfología, movilidad, vitalidad o concentración. Entre las alteraciones más comunes encontramos la oligozoospermia (baja concentración de espermatozoides), astenozoospemia (mala movilidad en los espermatozoides), teratozoospemia (elevada cantidad de espermatozoides con morfología anormal), necrospermia (elevada cantidad de espermatozoides muertos) y azoospermia (ausencia de espermatozoides en el eyaculado).

Las causas espermáticas son muy comunes en los casos de infertilidad masculina y en ella influyen muchos factores, especialmente los hormonales, los relativos al estilo de vida antes mencionados y los ambientales, como el contacto con algunas sustancias químicas o metales pesados, la radiación o el calor excesivo en los testículos.

Aunque es menos determinante y no es tan repentina como que en la mujer, la edad del varón también influye en su fertilidad y, sobre todo a partir de los 40 años, la calidad espermática desciende.

Una vez detectada la causa de la infertilidad, en la mayoría de los casos puede tratarse, sobre todo a través de distintas técnicas de reproducción asistida.