¿Por qué las mujeres duermen 11 minutos más que los hombres?

  • Factores hormonales y sociales hacen que las mujeres necesiten dormir un poco más.
Una mujer estirándose.
Una mujer estirándose.
GTRES
Una mujer estirándose.

Dormir un mínimo de horas con calidad es esencial para mantener la salud física y mental. Aunque depende de cada persona, lo normal es que los adultos necesiten entre 7 y 9 horas para sentirse bien. Algunos estudios sugieren que en el caso de las mujeres las necesidades son ligeramente superiores, concretamente necesitan dormir 11 minutos de media más que los hombres. Las hormonas, una mayor tendencia a padecer determinadas patologías y ciertos condicionantes sociales hacen que las mujeres tiendas a arañar unos minutos más de sueño.

Las hormonas y ciertas patologías, detrás de una mayor necesidad de sueño

Los hombres y las mujeres somos muy distintos fisiológicamente, esto provoca, por ejemplo, que nos afecten de manera distintas determinadas patologías y que tengamos necesidades distintas en cuando a alimentación o sueño. Detrás de estas diferencias se esconden sobre todo las hormonas que, además, en el caso de las mujeres, son muy variables y fluctúan mucho a lo largo de la vida y dentro incluso del mismo ciclo menstrual. Esto afecta de manera directa a los ritmos circadianos y, por tanto, a los ciclos de sueño-vigilia. Veamos momentos clave de la vida de la mujer que pueden provocarle más necesidad de sueño:

• Durante la menstruación. El ciclo menstrual incide de manera muy directa en el sueño de la mujer. Así, mientras en los días previos a la menstruación es normal que padezcan más insomnio, durante esta, pueden, por un lado, sentirse más cansadas y tener más necesidades de descansar y dormir y por otro, también un mayor insomnio debido a las molestias provocadas por la menstruación, como calambres o hinchazón. Hasta un tercio de las mujeres aseguran que durante estos días los calambres, los dolores de cabeza o hinchazón les impiden dormir bien y padecen más somnolencia diurna, cansancio y fatiga.

• Durante el embarazo. En el primer trimestre del embarazo, es normal las mujeres sientan mucha más somnolencia durante el día debido al aumento de la progesterona. Además, a lo largo del embarazo, sobre todo hacia al final de este, determinadas molestias pueden perturbar el sueño. Por ejemplo, pueden desarrollar el síndrome de piernas inquietas -que dificulta conciliar el sueño-, apnea debido al peso y volumen del vientre, incontinencia, reflujo, etc. Todo esto provocará que presente somnolencia durante el día.

•Postparto. Es normal que la situación de somnolencia durante el día se prolongue más allá del parto. Por un lado, porque los niveles hormonales caen y por otro porque tener que cuidar al reciñen nacido por la noche da lugar a un sueño más irregular y a una mayor somnolencia durante el día.

• La menopausia. Otra etapa clave para la salud de la mujer es la menopausia, en la que los cambios hormonales provocan a su vez cambios fisiológicos, físicos y psicológicos que afectan al sueño nocturno, como sofocos, apnea, ansiedad. Como resultado, las mujeres se sienten menos descansadas al despertar y experimentan cansancio y somnolencia durante el día.

A los factores hormonales hay que añadir que las mujeres son más propensas a padecer patologías relacionadas con el insomnio y la somnolencia durante el día, como ansiedad y depresión. De hecho, las mujeres tienen el doble de probabilidades de padecer ansiedad y depresión y un 40% más de sufrir insomnio.

Más cantidad, pero no más calidad

Como hemos pedido ver en el apartado anterior, hay etapas en las que, objetivamente, las mujeres necesitan dormir más que los hombres, pero son más los casos en los que las mujeres necesitan dormir más -especialmente por el día- porque su calidad del sueño es muy inferior. Las diferencias hormonales influyen en que esto sea así, pero también tiene mucho que ver los condicionantes sociales. 

Por ejemplo, las mujeres suelen levantarse más a menudo en mitad de la noche para cuidar a niños y bebés recién nacidos, esto se traduce en mayor somnolencia durante el día y, como consecuencia, más siestas diurnas. También se quedan dormidas más pronto, lo que sugiere que están más cansadas y con más necesidad de sueño. 

Así, aunque estas siestas sumen minutos al tiempo total de sueño, son de menor calidad, pues el sueño diurno es menos reparador y el sueño nocturno lo es más cuando duermes sin interrupciones. Esto se agrava también con la menopausia, cuando el sueño de las mujeres se vuelve más ligero y, al contrario de lo que ocurre anteriormente, tardan más en dormirse.

Sin embargo, más allá de diferencias de género, lo cierto es que, en general, ambos sexos duermen, menos de lo que deberían, pues casi un 40 por ciento de la población padece trastornos de insomnio. Para saber si dormimos poco, en lugar de contar horas, deberíamos fijarnos en cómo nos despertamos con la mañana, si tenemos la sensación o no de haber dormido lo suficiente y estar descansado y si sentimos somnolencia a lo largo del día. 

Referencias

- Daniel Pacheco, Dr. Anis Rehman. “Do Women Need More Sleep Than Men?”. Sleep Foundation (2022)

- Sara Nowakowski, PhD, , Jessica Meers, MA, Erin Heimbach, BS “Sleep and Women’s Health”. Sleep Medicine Research (SMR) 2013; 4(1): 1-22 

- Caryl L Gay 1 , Kathryn A Lee, Shih-Yu Lee. Sleep patterns and fatigue in new mothers and fathers. National Library of medecine (2004) 

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