La distocia de hombros, una peligrosa complicación del parto vaginal

El parto es un momento bastante complicado y delicado, en el que pueden surgir numerosas complicaciones que pongan en serio riesgo tanto a la madre como al bebé. Una de estas complicaciones es la distocia de hombros.

¿En qué consiste?

La distocia de hombros es un problema en el parto que consiste en un atasco de los hombros que impide la correcta salida del bebé por el canal del parto. Concretamente, lo que sucede es que el hombro anterior del niño impacta detrás del pubis materno, lo que impide su correcta rotación, y suele estar causada por una desproporción entre el tamaño de los hombros y el diámetro de la pelvis de la madre.

En términos generales, se puede considerar que es relativamente común, ya que se produce en entre un 0,5 y un 3% de todos los partos. Cabe señalar, no obstante, que la incidencia varía ampliamente en función de factores de tipo socioeconómico y étnico

¿Cómo se soluciona?

Lo ideal es identificar la distocia antes de que se produzca, evaluando el ancho del feto y su posición. Cuando esto sucede, existen ciertas maniobras para tratar de prevenirla (evitando así el riesgo de complicaciones), como practicar un parto por cesárea programada.

Cuando no se consigue esto y la distocia llega a producirse durante el trabajo de parto, es necesario realizar una evaluación pormenorizada de sus causas y sus circunstancias, a fin de encontrar el método idóneo para resolverla con el menor riesgo de complicaciones.

Normalmente, el médico convocará a personal adicional a la sala y se intentan, en un orden predeterminado, varias maniobras para desencajar al feto y hacerlo pasar correctamente por el canal de parto. 

Cuando esto no funciona, se debe valorar la posibilidad de un parto vaginal operatorio (instrumental), como decimos en función de las causas concretas y de las circunstancias en las que se produce la distocia de hombros; y, si no es adecuado, se opta por hacer retroceder al feto y practicar una cesárea.