Rafa Guerrero, psicólogo: "A los padres que no conectan con sus hijos les diría que piensen en su infancia"

Rabieta de una niña en el supermercado
Rabieta de una niña en el supermercado
Getty Images/iStockphoto
Rabieta de una niña en el supermercado

Hemos hablado con Rafa Guerrero, licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y experto en problemas de conducta en niños y adolescente, para averiguar la mejor manera para gestionar las rabietas de los niños en sus primeros años de vida. Nos da las claves para apaciguar las reacciones de los niños y consejos sobre lo que no hay que hacer para avivarlas.

Rafa Guerrero

Rafa Guerrero

  • Licenciado en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), doctor en Educación y Máster en Psicoterapia Breve. Actualmente, es director de Darwin Psicólogos y experto en Psicología educativa, TDAH, Trastornos del aprendizaje y problemas de conducta, así como Psicoterapia Breve con niños y adolescentes.

Guerrero nos explica las claves de su nuevo libro, 'Menudas rabietas' (Libros Cúpula). El psicólogo nos habla sobre el porqué de estos comportamientos de los niños, hasta dónde llega la culpa de los padres, el momento en el que dejan de ser normales y lo que los niños quieren decirnos con ello. 

¿Por qué tienen rabietas los niños?Los niños tienen rabietas como una fase evolutiva. A veces pensamos que podemos prescindir de esta etapa, pero en realidad es algo normal, puede ser mejor o peor, pero es algo por lo que pasan todos los niños. Lo que está en nuestra mano es amortiguar o amplificar estas rabietas, según como las gestionamos, podemos hacer que la frecuencia sea mayor o menor.

¿Hay un momento en el que deja de ser normal para un niño tener rabietas?Sí, hay un momento en el que podemos decir que no son rabietas y podríamos estar hablando de otras cosas. Con 10 años ya son otras cosas, pero no se puede decir un día concreto para determinar si ha dejado de ser normal. Hay que valorar varias cosas para comprender la situación del niño, comprender cuáles son sus estrategias, cuál es su madurez cerebral, cuáles son los adultos que le están acompañando y cómo le están acompañando. Por eso me centro también en los problemas de conducta y esto hay que abordarlo.

¿Qué es lo que más preocupa a los padres a la hora de abordar estas rabietas?A los padres les preocupa, en primer lugar, el sufrimiento que tiene el niño cuando está en plena rabieta, especialmente si es muy intensa y duradera. Y los padres lo pasan también muy mal por el qué dirán, si se da en un supermercado, en la calle, en el parque... Por eso en muchas ocasiones acceden a lo que el niño les está pidiendo, para que no nos monte un espectáculo y la gente nos pueda señalar.

¿Cuál sería entonces la manera correcta de reaccionar en un entorno público?Tenemos que ser conscientes de la decisión que hemos tomado, tenemos que ser consecuentes de ella y mantener firmeza, pero con cariño. Si respondes con malas formas, lo que consigues es que aumente la rabia. Si el niño se siente respetado aunque tú le sigas diciendo que no le vas a comprar el helado, la probabilidad de que se pueda gestionar eso es mucho mejor. Tenemos que entender que es algo normal y que se trata del cerebro de un niño. Lo que necesita no es tanto que se le conceda el deseo, sino que se le valore, que se sienta comprendido y querido. Lo ideal es esperar a que pase la tormenta, en la medida de lo posible, si podemos acompañarle durante la rabieta mucho mejor. 

En casa, ¿cuál es la reacción más innata de los padres?En casa el contexto es mucho mejor. En casa deberíamos ser capaces de ponernos lo suficientemente lejos para que él se sienta respetado pero lo suficientemente cerca como para que se sienta acompañada. El respeto y acompañamiento son fundamentales y en este caso, la distancia es lo que va a hacer que la rabieta vaya pasando con base a la presencia del adulto. Tampoco podemos ignorar lo que hace y sentarnos al lado como si no pasara nada. 

Si no se atajan bien las rabietas en la edad que tocan, ¿qué podría pasar a largo o medio plazo?Si estamos hablando de niños de 7/8 años que tienen estas rabietas, que no quiere hacer caso y nos dificultan el poder acompañarle y educarle, podemos ver que algo está pasando y que puede ser un mensaje de los niños hacia nosotros. Si mi hijo se comporta mal es un mensaje de S.O.S que nos están dando, de lo que se trata es de entender cuál es el mensaje que nos está dando nuestro hijo. No siempre tenemos la formación para hacer. Igual lo que necesita es tiempo, que le protejamos más, presencia de mamá y papá, que le permitamos que haga las cosas por sí mismo, que le empoderemos, confianza. Si no sabemos gestionarlo como padres, igual tenemos que pedir ayuda para gestionarlo.

¿Qué piensa de la técnica de ignorar la rabieta? ¿Es muy habitual?Sigue estando presente, aunque cada vez vamos siendo más conscientes de una educación más respetuosa, pero uno de los motivos por cuáles decidí escribir este libro, es que seguía escuchando en el entorno, que lo que había que hacer en estas situaciones era no hacer caso al niño. Si no atiendes la rabieta de tu hijo, probablemente deje de llorar, pero la cuestión es que cada vez que llora tiene una intención o una necesidad que no está siendo cubierta. Si no estoy siendo capaz de entender, no le escucho, no le miro a los ojos, al final se perpetúa el problema y avivar la rabieta.

¿En qué afecta a la rabieta ser un padre demasiado estricto o demasiado permisivo?Esto provoca un aumento de la posibilidad de que las rabietas sean más intensas, más frecuentes y más duraderas. Ambos casos, los padres que son muy autoritarios y no les permiten expresas sus opiniones y los padres sobreprotectores, son negligentes y desprotegen al menor. Los límites no están bien establecidos y la probabilidad de que haya rabietas es mucho mayor

Dice que hay que preocuparse igual de un niño que llora que de uno que no lloraClaro, el llanto es evolutivo, los adolescentes, los niños y los adultos también lloramos. Es síntoma de algo. Un niño que no expresa es un problema y un niño que no para de llorar también, hay que ver cada caso. El llanto es la manera en la cual los bebés se comunican con nosotros, es una manera de decir que necesitan algo y necesitan atención.

¿Por qué en algunos niños está más marcado que en otro la fase de la rabieta?Afecta la genética de los niños y también el entorno. Hay padres que son poco comprensivos y poco respetuosos y esto aviva la llama el miedo y del autoritarismo. El entorno puede amortiguar o amplificar la rabieta en función de cómo los adultos que están al rededor gestionan su mundo emocional.

¿Se permiten emociones distintas a los niños y a las niñas?Esto es algo que sigue ocurriendo. Estamos educando no en función de las necesidades de nuestro niño, sino en función del sexo.  Todos sentimos todas las emociones, no hay emociones de niño o de niño. Pero si es cierto que se tiende a permitir que la niña manifieste emociones como la tristeza o el miedo, pero no se le permite que manifieste la rabia y al niño lo contrario, además se aconseja que proteja a la niña. Es cierto que hemos mejorado, pero siguen existiendo estas ideas que hacen mucho daño porque no te dejan expresarte

¿Qué le diría a un padre que ves que no está siendo capaz de conectar emocionalmente con su hijo. Le diría que siga intentándolo y que trate de conectar con su infancia. Como era él o ella cuando estaba en la etapa de la infancia, como reaccionaban sus padres cada vez que quería algo. Creo que en la manera en la que actuamos tiene mucho que ver en cómo nuestros padres actuaron con nosotros, como respondieron o no a nuestras necesidades. Le animaría a que se informe y a que lea para entender realmente qué le puede estar pasando a mi hijo. 

¿El efecto del padre es el efecto de cómo lo gestionaron en su momento?Sí, para lo bueno y para lo malo. Si se han validado sus emociones y se le han dado estrategias, hoy en día son emocionalmente inteligentes y van a poder transmitir eso a sus hijos. Es un idioma, es una manera de hablar. Si no estoy familiarizado con las estrategias, voy a tender a hacer lo mismo con mis hijos, salvo que quiera cambiarlo, pero para eso hay que estar motivado a cambiar

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