
Una vida más activa es una buena forma de conseguir que sea también un poco más saludable. En ocasiones nos centramos en llevar una dieta equilibrada, completa y sabrosa, pero los beneficios no serán los mismos que si acompañamos esa alimentación con ejercicio físico, algo que no siempre sucede. De hecho, según datos de INE (Instituto Nacional de Estadística de España), un 27,4% de personas de 16 y más años se declara sedentaria en su tiempo libre
Tendemos a pensar que para conseguir resultados satisfactorios es necesario complicarnos la vida, buscar ejercicios completamente diferentes o máquinas que nunca antes hayamos probado. Sin embargo, Julie Corliss, editora especialista de Harvard Heart Letter, propone un ejercicio sencillo y simple y para el que no es necesario acudir al gimnasio, pues solo es necesario tener a mano una silla y unas pocas ganas.
En casa y con una silla: el ejercicio para perder peso

El ejercicio no podría ser más sencillo y es ideal para incluirlo en las rutinas de ejercicio habituales, porque conviene destacar que, por sí mismo, puede ayudarnos a mejorar nuestro estado físico, trabajando el tren inferior, pero para obtener los mejores resultados es necesario incluirlo en rutinas completas.
Ella comienza el ejercicio sentada en una silla, con las piernas un poco separadas y los pies bien apoyados en el suelo. Coge aire, activa el core apretando los músculos de la zona abdominal y, mientras exhala, se pone en pie. Para favorecer el equilibrio, apoya los talones contra el suelo y aprieta los glúteos al levantarse. Una vez que está de pie y equilibrada, inhala mientras se sienta para repetir el ejercicio entre 8 y 10 veces. Descansa unos 30 segundos y repite la serie de nuevo.
Para que el ejercicio resulte más sencillo, puedes hacerlo sentada en una silla con reposabrazos, apoyando las manos ellos; si quieres que sea más complicado, cruza los brazos frente al cuerpo. Para que sea de dificultad intermedia, mantén las manos sobre los muslos.
Las ventajas de los ejercicios de fuerza
Aunque habitualmente escogemos ejercicios aeróbicos para comenzar a entrenar, como caminar, nadar o montar en bicicleta, lo mejor es compaginar estos con ejercicios de fuerza que, a pesar de lo que solemos pensar, no siempre tienen que incorporar un peso añadido, en muchas ocasiones es suficiente con el peso del propio cuerpo.

Gracias al entrenamiento de fuerza evitamos la pérdida muscular típica de la edad, también ayuda a prevenir la osteoporosis, porque frena la pérdida de densidad ósea e incluso la incrementa. Ayuda a fortalecer los músculos, reduciendo dolores habituales, como los de espalda o los articulares, mejora la movilidad y la flexibilidad, reduce la presión arteria, fortalece el sistema inmune, previene la diabetes y ayuda a perder peso. También mejora la calidad del sueño y el estado de ánimo.
Entre los ejercicios básicos de fuerza destacan las sentadillas, un ejercicio muy parecido al que recomienda Julie Corliss, pero también ejercicios como las elevaciones de hombros con mancuernas, las dominadas o las planchas.
En cualquier caso, si queremos perder peso y hacerlo de un modo seguro y efectivo, no solo tendremos que sentarnos y levantarnos de una silla, sino dejarnos aconsejar por expertos que puedan acompañarnos con cambios más globales y completos en nuestra forma de vida.
Referencias
Corliss, J. (2023, 1 enero). Move of the month: Chair stand. Harvard Health. https://www.health.harvard.edu/heart-health/move-of-the-month-chair-stand
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