Diego Santos, neurólogo: "En párkinson tenemos muchos tratamientos comparado con otras enfermedades neurodegenerativas"

  • El Parkinson afecta en España a unas 150.000 personas. Se espera que la cifra se triplique en las próximas décadas. 
Diego Santos, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología
Diego Santos, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología
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Diego Santos, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología

El 11 de abril se celebra el Dia Mundial de la Enfermedad de Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a unas 150.000 personas en España, cifra que se estima que se triplicará en las próximas tres décadas. Aunque se trata de una enfermedad que aún no tiene cura, sí existen muchos tratamientos disponibles y muchas líneas abiertas de investigación que nos hacen pensar en un esperanzador futuro para los pacientes en los próximos años. 

Sobre este tema charlamos con el doctor Diego Santos, que es neurólogo Coordinador de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña y del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre otros cargos.

En España hay unas 150 mil personas con párkinson, y cada vez hay más casos. ¿Se diagnostican más o al ser una enfermedad relacionada con la longevidad está más presente?

Es un tema multifactorial. Por un lado, cada vez se conoce más la enfermedad y se diagnostica más temprano y mejor, y por otro, al haber más tratamientos disponibles se prolonga el tiempo de supervivencia. Si sumamos estos factores, que se diagnostica antes y que se prolonga la vida de los pacientes, hay más personas que tienen la enfermedad al mismo tiempo. Por último, al ser una enfermedad que, aunque puede aparecer en personas jóvenes, está relacionada con la edad, si cada vez tenemos más personas mayores, es normal que aumenten los casos. En base a estudios científicos se han hecho estimaciones y se prevé que para 2050 se hayan triplicado los casos.

En España se están llevando a cabo unos 70 estudios relacionados con el párkinson. ¿Cuáles dirían que son los más importantes?

Hay muchas líneas de investigación, tanto en diagnóstico, como en tratamientos. Por un lado, están las enfocadas a conseguir un diagnóstico más precoz, y esto es muy importante, porque a día de hoy no tememos una terapia que frene o ralentice la enfermedad, pero si en un futuro tenemos tratamientos que lo hagan, lo ideal será tener el diagnóstico precoz cuando antes.

Se habla de poder diagnosticar la enfermedad en estadios en los que aún no existen síntomas, como 10 años antes de lo habitual…

Sí, porque, hoy en día, los diagnósticos se hacen en la etapa motora, cuando los síntomas se hacen más evidentes, pero sabemos que hay una etapa premotora en la que se pueden dar otros síntomas, como la depresión, el estreñimiento, la alteración del olfato o algunos trastornos del sueño… que pueden aparecer años antes. Como comentaba, a día de hoy no tenemos tratamientos que frenen o ralenticen la enfermedad, pero el día que los tengamos, un diagnóstico precoz será vital para frenar la enfermedad cuanto antes.

“A día de hoy no hay ninguna prueba concreta que permita confirmar el diagnóstico de párkinson”

Otras líneas de investigación se basan en identificar marcadores de progresión de enfermedad y marcadores de confirmación del diagnóstico, porque a día de hoy no hay ninguna prueba concreta que permita confirmar el diagnóstico. Se está trabajando para conseguir un marcador o varios marcadores combinados que permitan dar una fiabilidad máxima del diagnóstico en vida. Ahora utilizamos una serie de criterios que son fundamentalmente clínicos, con algunas pruebas diagnóstico y vamos viendo si la evolución del paciente es la esperable para la enfermedad de Parkinson, porque incluso a veces damos un diagnóstico de Parkinson y se cambia más tarde si luego se ve que la evolución no es la esperada para esta enfermedad.

También se está trabajando en buscar marcadores que nos den pistas sobre cómo va a ser la evolución y el pronóstico de la enfermedad una vez diagnostica para saber con más precisión qué pacientes van a desarrollar problemas cognitivos, van a ser más dependientes, van a tener más problemas motores, etc.

Y con respecto a los tratamientos, los fármacos…

En este sentido hay dos líneas abiertas. Por un lado, investigar fármacos que alivien los síntomas corrigiendo el déficit de alguno de los neurotransmisores, como la dopamina. Hay varias investigaciones en este sentido que se centran en la infusión subcutáneas de levodopa a través de bombas que estabilicen los niveles de dopamina en sangre o para poder administrarla por vía oral, menos veces al día y que sean más eficaces.

Además, se investigan fármacos que ralenticen la progresión de la enfermedad. Entre ellos, la inmunoterapia, que utiliza los anticuerpos monoclonales para que actúen contra la alfa-sinucleina, que es la proteína que se agrega de forma anómala y se acumula en el cerebro provocando los síntomas de la enfermedad. Ya hay varios ensayos clínicos con inmunoterapia, también en España.

También estudios con otros fármacos cuya función es la de evitar que se agregue de forma anómala para que no se formen esos depósitos o que faciliten la degradación de la proteína… Y hay muchos avances en la cirugía del Parkinson basada en la estimulación profunda del cerebro y en terapias con ultrasonidos (HIFU).

¿Cuáles de ellos llegaran antes, en los próximos años?

Pues esperamos, por ejemplo, que en España esté disponible para el año que viene la levopoda inhalada o la apomorfina sublingual, que son medicamentos de rescate, que hacen un efecto rápido, para que los pacientes se tomen estas medicaciones en los momentos en los que las necesitan. Hoy en día, por ejemplo, la levodopa se administra a través de una intervención y eso echa para atrás a algunos pacientes.

Hay muchas líneas de investigación, parece que el futuro es esperanzador, entonces…

Creo que tenemos que estar satisfechos en comparación con otras enfermedades neurodegenerativas, porque ya disponemos de muchos tratamientos que podemos ofrecer a los pacientes, desde fármacos para aliviar los síntomas hasta la cirugía, que consiste en la estimulación cerebral profunda, las bombas de medicación… y aparte, el manejo multidisciplinar, porque es muy importante combinar el tratamiento farmacológico con la fisioterapia, el ejercicio, la terapia ocupacional, la logopedia…

"Esperamos que en España estén disponibles el año que viene la levopoda inhalada o la apomorfina sublingual,  medicamentos de rescate, que hacen efecto muy rápido"

La terapia génica parece ser una de las grandes esperanzas, para incluso curar la enfermedad…

Lo ideal, tanto en el párkinson como en otras enfermedades, son los tratamientos personalizados, hacer un estudio exhaustivo de cada paciente para saber que factores incluyen en su enfermedad, y para esto es fundamental conocer la genética de cada paciente, si tiene mutaciones que provoquen la enfermedad, corregirlas… pero es algo para lo que aún queda, van a pasar años hasta que podamos conseguir algo así.

El neurólogo Rafael Yuste, en una conferencia decía que "En 20 años tendremos tecnología para acceder al cerebro y manipularlo", lo que podría terminar con enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson. ¿Es posible, es demasiado optimista?

Yo sería más cauto, Es cierto que se está investigando y que cada vez sabemos más sobre el funcionamiento del cerebro, pero hay que ir paso a paso, y yo no sé si en 15 o 20 años vamos a tener esa capacidad de manipular el cerebro.

¿Estamos más cerca de conocer las causas del párkinson?

El párkinson es una enfermedad muy heterogénea en todo, tanto en los síntomas como en afectación, en el pronóstico, la evolución… por lo que es también hay muchas diferencias en cuanto a las posibles causas. Se sabe que es un compendio de factores genéticos -que se pueden transmitir de generación en generación-, y factores ambientales, y que ambos, combinados podría favorecer el desarrollo de la enfermedad. En los pacientes más jóvenes pesaría más lo genético, y en los mayores, lo ambiental, pero queda mucho por investigar.

El 11 de abril es el día mundial del párkinson. Desde las personas que estudiáis y tratáis la enfermedad, ¿qué reivindicaciones hacéis este día?

Sobre todo, es un día para concienciar a la opinión pública sobre lo que es el Parkinson, la enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer, que afecta a muchas personas, y que cursa con muchos síntomas, porque muchas veces se la identifica solo con los temblores, y en realidad es mucho más y en muchos casos puede generar mucha discapacidad. También reivindicar el carácter multidisciplinar de la enfermedad y la importancia de las terapias complementarias, que son indispensables para mejorar la calidad de vida de los pacientes: logopedia, fisioterapia, terapia ocupacional, la estimulación cognitiva… 

Y por supuesto, reivindicar la investigación, que es necesaria para poder avanzar. 

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