Descubre por qué se produce la parálisis facial y cómo podemos revertirla

  • Hay evidencias de la asociación de una parálisis con la infección por el virus herpes.
Aproximadamente 30 de cada 10.000 personas sufren esta afección.
Aproximadamente 30 de cada 10.000 personas sufren esta afección.
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Aproximadamente 30 de cada 10.000 personas sufren esta afección.

La parálisis facial, pese a no ser una patología maligna ni contagiosa, puede condicionar severamente las capacidades psicológicas, sociales y funcionales de quien la padezca.

Se trata de una enfermedad que afecta a la musculatura facial de uno o de los dos lados de la cara, produce la perdida de movilidad con mayor o menor severidad y genera una deformidad al quedar ese lado de la cara caído con una desviación de la boca hacia el lado sano.

“Se presenta como un problema que debe ser abordado de forma compleja y multidisciplinar”, subrayan los coordinadores actuales de la Unidad de Parálisis Facial del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, la jefa del Servicio de Cirugía Maxilofacial del HURJC, Lorena Pingarrón, y el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del citado centro hospitalario Raimundo Gutiérrez.

Tipos de parálisis más frecuentes

La doctora Pingarrón indica que esta parálisis facial es “relativamente frecuente”, puesto que la padecen hasta 30 personas por cada 100.000 habitantes, y se debe a la afección del nervio facial o VII par craneal.

“La parálisis facial es una afección generalmente benigna, pero pueden existir secuelas irreversibles”

“Las causas de esta afectación son diversas presentando un curso generalmente benigno, si bien pueden existir secuelas irreversibles”, señala la especialista del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

La parálisis de Bell es la forma más frecuente, una afección que tiene lugar de forma súbita, sin causa desconocida, lo que se denomina ‘parálisis idiopática’, habiéndose demostrado la asociación de una parálisis con la infección por el virus herpes, dado que este produce lesiones en el nervio facial con la pérdida de transmisión del impulso nervioso.

“Esta causa es más frecuente asociarla a personas con periodo de estrés intenso, embarazo o estado de inmunosupresión”, asegura la doctora Pingarrón.

La segunda causa más frecuente es la infección por virus herpes zoster, debutando con vesículas alrededor de conducto auditivo o región lateral de la cara que, a diferencia de la anterior, en estos casos la parálisis tiene un curso más severo.

“Otras causas son los traumatismos derivados de accidentes de tráfico, atropello o deportes de riesgo"

“Otras causas son los traumatismos de alta energía con afectación intracraneal, como accidentes de tráfico, atropello o deportes de riesgo, traumatismo facial o heridas por arma blanca con heridas externas faciales profundas que seccionan el nervio en la rama principal o en ramas más periféricas paralizando una zona concreta de la cara, secuelas de cirugía de tumores malignos o benignos de la glándula parótida, secuelas de cirugía de base cráneo generalmente por tumores neuroquirúrgicos, entre otras”, agrega la experta.

El otorrinolaringólogo Raimundo Gutiérrez detalla cuáles son los principales tipos de parálisis facial, puesto que pueden tener origen central –también denominado ‘parálisis supranuclear’–, o bien ser de origen periférico.

El origen de la central se diferencia de las parálisis periféricas por la presencia de síntomas de afección de otras estructuras del sistema nervioso central y porque la parálisis periférica afecta a toda una mitad de la cara, mientras que la central mantiene la movilidad de los músculos de la frente de los párpados: “También podemos dividir a la parálisis según el grado de afectación”, agrega Gutiérrez.

¿Cómo puede revertirse?

Un diagnóstico precoz y un tratamiento médico son fundamentales para aportar a los pacientes el máximo rango de recuperación desde las fases agudas: “Por ello, el paciente que debute con parálisis facial de forma súbita debe acudir a la urgencia de centros especializados para comenzar desde el primer momento con el tratamiento adecuado y que le deriven al cirujano maxilofacial o al otorrino de la unidad”, describe la doctora Pingarrón.

El diagnóstico es “fundamentalmente clínico” por la exploración física y se completa con estudios de imagen como la resonancia magnética y el electromiograma facial para detectar la causa, el grado de parálisis y el pronóstico de recuperación.

La doctora Pingarrón hace énfasis en que desde el inicio de la parálisis hay que asegurar la protección de la córnea, ya que el paciente no puede cerrar el ojo del lado paralizado y se pierde también el reflejo del parpadeo.

Por ello, es fundamental dejar el ojo tapado durante el descanso nocturno y lubricarlo continuamente con colirios apropiados: “Los pacientes con parálisis facial de meses o años de evolución también deben ser derivados a las unidades de parálisis facial, puesto que hay diferentes opciones de tratamiento, adecuadas a cada tipo de paciente”, indica.

"La recuperación se completa en unos meses en más del 80% de los pacientes y sin necesidad de tratamiento quirúrgico"

El doctor Raimundo Gutiérrez remarca que el pronóstico facial dependerán de la causa y el tiempo de evolución, siendo la parálisis idiopática la que mejor pronóstico de recuperación tiene: “En estos casos la recuperación se completa en unos meses en más del 80% de los pacientes y sin necesidad de tratamiento quirúrgico”.

En los casos en los que hay que aportar el estímulo de un nuevo nervio para recuperar la movilidad de la cara, el pronóstico depende de otras variantes como el grado de afectación, la edad del paciente y tratamientos asociados de radioterapia en caso de tumores malignos: “Y un factor muy importante es el tiempo de evolución de la parálisis facial. Por ello los pacientes deben ser evaluados lo antes posible”.

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