Fatiga inexplicable, nerviosismo, irritabilidad y cansancio son algunos de los síntomas que algunas personas padecen, sin saber por qué, cuando llega la primavera. A pesar de que es una estación agradable, en la que hay más horas de sol, la temperatura ya es más cálida y todo se tiñe de color, por lo que deberíamos de estar más alegres, en algunos casos esto no sucede así.
El nombre que le damos a esto lo conocemos: la astenia primaveral. Pero no afecta a todas las personas, sino solo a algunas. Lo que sí es generalizado son los cambios que esta nueva estación del año provoca tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente. Pues, aunque no seamos conscientes de ello, pasamos por un proceso de adaptación que puede durar algunas semanas.
Síntomas físicos de la primavera, alergias y dolores de cabeza
Uno de los síntomas físicos más evidentes con la llegada de la primavera es la alergia. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), "en torno a ocho millones de españoles sufren alergia a pólenes y experimentan síntomas en esta época del año". Los estornudos, lagrimeo constante, congestión nasal o la dificultad respiratoria son algunos de los síntomas más comunes de estas alergias.
Pero, esta estación del año también trae consigo cambios de presión atmosférica. Esto favorece la aparición de dolores de cabeza y las personas diagnosticadas con migraña son las más afectadas. Es normal que con la primavera los ataques de migraña sean frecuentes, un problema que afecta a más de 3,5 millones de personas en España, según informa la Sociedad Española de Neurología (SEN).
¿Cómo nos afecta la primavera anímicamente?
Debido al aumento de la luz y de la temperatura, la primavera también va a tener un impacto en nosotros anímico, pues empezaremos a segregar determinados transmisores. Por esta razón, es normal sentirnos más cansados, sufrir de somnolencia diúrna y tener dificultades para concentrarnos. También, es completamente normal que se pierda el apetito, tal y como explica la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Desde la propia Sociedad indican que son las personas más sensibles a este cambio de estación, y que sufren alergia al polen, las que pueden presentar todos estos síntomas. Asimismo, los niños y los ancianos son los que más riesgo corren, y según algunos estudios a los que se refiere la SEMG parece que la primavera les afecta más a los hombres que a las mujeres.
¿Qué se puede hacer ante la llegada de la primavera?
Es importante anticiparse a la primavera, apostando por una buena higiene del sueño, marcando unos estrictos horarios para las comidas, consumiendo abundante agua y haciendo algo de ejercicio físico. Todas estas recomendaciones de la SEMG pueden ayudar a paliar un poco los síntomas que puede traer consigo la primavera y que pueden ser muy frustrantes.
El hecho de que haya una temperatura estupenda y que nos sintamos cansados puede impedir que planifiquemos actividades para disfrutar, por fin, del buen tiempo. Sin embargo, todos estos síntomas tienen fecha de fin. Al cabo de unas semanas, entre 2-3, se disiparán por completo.
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