El gas de la risa podría ser eficaz para la depresión resistente al tratamiento

El óxido nitroso, un gas que recientemente se ha hecho célebre por su uso como 'gas de la risa' en botellones y fiestas en los que se consume de forma recreativa (aunque este uso no es en absoluto novedoso) podría ser una opción eficaz para abordar la depresión resistente al tratamiento.

Así lo indican los resultados de un ensayo clínico de fase II publicados en el medio Science Translacional Medicine. Tal y como recoge el artículo, los pacientes a los que se les administró esta sustancia mostraron una mejoría muy notable respecto a los que recibieron placebo.

Dosis más altas y más tiempo

En general, la experimentación previa con este gas en el campo de los trastornos anímicos se había centrado en el uso de dosis bajas. La gran novedad, en este caso, está en el uso de dosis elevadas (hasta 50% de concentración) y en el seguimiento de los pacientes durante varias semanas.

Para comprobar la eficacia del tratamiento, se reclutó a 24 pacientes y, durante tres meses, los pacientes recibieron tres sesiones de inhalación de una hora de duración separadas entre sí por cuatro semanas.

De esos pacientes, un grupo recibió óxido nitroso al 25% de concentración, otro grupo al 50% y, por último, los restantes recibieron aire normal (es decir, placebo), a fin de poder comparar los efectos de diferentes posologías.

Mejor en dosis bajas

Los investigadores, adscritos a la Universidad de Chicago, llegaron a varias conclusiones interesantes. La primera es que efectivamente el óxido nitroso logra reducir de forma significativa los síntomas de la depresión, dado que la mayoría de quienes lo recibieron experimentaron una gran mejoría mientras que quienes recibieron placebo no la experimentaron.

Además, y pese a que previamente se creía que los efectos de este gas eran de corta duración, el experimento demostró que los efectos de una única sesión pueden llegar a alargarse durante dos semanas.

La segunda, sin embargo, fue inesperada. Y es que aparentemente parece ser mejor opción el tratamiento con dosis bajas que con dosis altas.

Esto es por dos motivos principales. Por un lado, apenas se encontró ninguna diferencia en la eficacia entre las dos dosis. Los efectos antidepresivos estaban igual de presentes en quienes recibieron un 50% de concentración y quienes recibieron un 25%. Por otro, los efectos secundarios (náuseas, sedación o disociación leve, que es por lo que se consume de forma recreativa) eran mucho menores en dosis más bajas.

Más cerca de la clínica

Los estudios con esta sustancia avanzan rápido, ya que tiene un largo historial de uso como anestesia para diversos procedimientos. Gracias a ello, se conoce que su uso (dentro de un entorno clínico) es relativamente seguro.

Pese a ello, el óxido nitroso aún no está listo para su uso regular en la práctica clínica como tratamiento de la depresión; para ello, previamente es necesario que se someta a un último ensayo de fase 3.