El tabaco mata todos los años a 54.000 españoles, 14.000 de ellos por enfermedades cardiovasculares

El tabaco supone una enorme lacra para la salud individual y pública. Quizás, el riesgo más conocido de esta sustancia radica en su potencial carcinogénico, pero no es el único: también contribuye de manera muy significativa a la morbilidad cardiovascular.

De hecho, cada año fallecen en España 54.000 personas por patologías relacionadas con el consumo de tabaco; entre ellas, 14.000 mueren por enfermedades cardiovasculares.

Un 13% de todas las muertes

Así lo estima una investigación publicada en el medio científico Revista Española de Cardiología (REC), de la que se han hecho eco la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) con motivo de la celebración este martes 31 de mayo del Día Mundial sin Tabaco.

El trabajo es el primero que analiza la mortalidad relacionada directamente con el consumo de tabaco en las 17 comunidades autónomas en un mismo año, y emplea datos de 2017. Por este método, concluye que aproximadamente un 13% de todos los fallecimientos en dicho año estaban ligados al uso de la droga legal.

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Hay que señalar, además, que los decesos no se reparten de forma igualitaria por el territorio. La carga más baja, por ejemplo, se encuentra en La Rioja (un 10,8%) y la más alta en las Islas Canarias, con un 15,3%. 

Por otro lado, las organizaciones subrayan el elevado porcentaje de las muertes relacionadas con el consumo de tabaco que representan las enfermedades cardiovasculares, un 30% en las mujeres y un 25% en los varones. Estos datos rompen en parte con la imagen extendida del cáncer como única (o casi única) complicación causada por el hábito de fumar.

Reforzar el control del tabaquismo

A la vista de estos datos, tanto la FEC como la SEC han querido poner de manifiesto su adhesión al objetivo propuesto en la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV), que pretende reducir la prevalencia del tabaquismo en España hasta un valor inferior al 10% en el año 2040.

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Para ello, creen que será necesario reforzar las políticas de control del tabaquismo actualmente vigentes en España, una reivindicación que muchas organizaciones sanitarias han venido recogiendo crecientemente en los últimos años y que se ha visto aún más impulsada tras la pandemia de covid-19.

Igualmente, defienden que es importante tener en cuenta los distintos patrones de consumo, especialmente la significativa diferencia entre los hombres y las mujeres, a la hora de elaborar las campañas de prevención del tabaquismo.