Así consiguió un equipo de investigadores españoles devolver la vista a una mujer ciega

Recientemente, un equipo de investigadores españoles (adscritos a varios centros como el Hospital Universitario de Alicante, el Hospital Vega Baja y la Universidad Miguel Hernández), holandeses y estadounidenses logró devolver la vista a una mujer ciega desde hacía 16 años empleando un implante cerebral.
La mujer distingue líneas negras y blancas.
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ
Recientemente, un equipo de investigadores españoles (adscritos a varios centros como el Hospital Universitario de Alicante, el Hospital Vega Baja y la Universidad Miguel Hernández), holandeses y estadounidenses logró devolver la vista a una mujer ciega desde hacía 16 años empleando un implante cerebral.
La mujer distingue líneas negras y blancas.
UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÄNDEZ

Recientemente, un equipo de investigadores españoles (adscritos a varios centros como el Hospital Universitario de Alicante, el Hospital Vega Baja y la Universidad Miguel Hernández), holandeses y estadounidenses logró devolver la vista a una mujer ciega desde hacía 16 años empleando un implante cerebral. Ahora, han publicado los resultados de esta investigación en la revista científica The Journal of Clinical Investigation.

Una tecnología rompedora

Tal y como recogen en el artículo, la idea de lograr transmitir información desde un receptor externo hasta el córtex visual del cerebro no es nueva, y de hecho se ha intentado ya en varias ocasiones. Sin embargo, las experiencias previas en esta dirección se habían encontrado con varios problemas, como la incapacidad de lograr una resolución espacial suficiente como para que el paciente pudiera distinguir formas de manera adecuada.

Sin embargo, y basándose en estos experimentos anteriores, los autores en esta ocasión se propusieron comprobar la eficacia de un implante a base de microelectrodos dispuestos en cuadrícula y colocados en el córtex occipital derecho de la paciente.

Con ello, intentan lograr transmitir imágenes (fosfenos, que es el nombre que reciben las impresiones visuales generadas en el cerebro por medios como la estimulación eléctrica, magnética o mecánica) al cerebro por medio de la microestimulación, a diferencia de experimentos anteriores que empleaban electrodos de tamaño normal. 

Seguro y efectivo

El experimento se condujo durante un periodo de seis meses sobre una paciente que había perdido la visión 16 años atrás. Según explican, consiguieron que esta mujer pudiera reconocer distintas formas, patrones y hasta letras estimulando distintos microelectrodos al mismo tiempo.

Además, no observaron ningún efecto secundario ni complicación significativa, con lo que este tipo de implantes cerebrales se puede considerar seguro.

Con todo, sí que los investigadores destacan que, en ocasiones, la estimulación de varios microelectrodos próximos entre sí provocaba que la paciente percibiese una única forma, perdiendo detalles de la imagen que se intentaba transmitir a través del implante.

Un primer paso

Sea como sea, los autores recuerdan que la experiencia es parte de una investigación, más que un tratamiento clínico. Como tal, tiene una serie de limitaciones que es importante tener en cuenta, y será necesario mejorar y calibrar muchos aspectos de esta tecnología antes de que pueda estar disponible en la clínica.

El objetivo, además, no es lograr devolver la visión completa a las personas invidentes (algo que, a día de hoy, no es posible) sino lograr más bien otorgarles un sentido de la vista funcional, que pueda permitirles percibir objetos y formas de su entorno y, quizás, interpretar textos, símbolos o señales.

Por ello, es necesario que futuras investigaciones ahonden en la técnica para lograr una mejor resolución espacial, así como comprobar que funcione por igual en más pacientes y la evolución de su funcionamiento a lo largo de periodos mayores de tiempo.

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