ROSALÍA LLORET. PERIODISTA Y EXPERTA DIGITAL
OPINIÓN

Yahoo, quién te ha visto

Rosalía Lloret, periodista.
Rosalía Lloret, periodista.
JORGE PARÍS
Rosalía Lloret, periodista.

Hace solo dos años, Facebook sorprendía a muchos con la compra de Whatsapp -una compañía con solo 56 empleados y 10 millones de dólares de ingresos- por 22.000 millones de dólares. Fast forward a esta semana y presenciamos el anuncio de la compra por parte de la teleco americana Verizon de Yahoo! -una de las grandes firmas pioneras de Internet, con unos 10.000 empleados y casi 5.000 millones de dólares en ingresos- por cuatro veces menos: 4.830 millones de dólares.

¿Cómo es posible tal diferencia? La clave no ha estado en los últimos resultados de las compañías. Ambas se encontraban en pérdidas en el momento de su compra: las de Yahoo mucho mayores (4.350 millones en 2015) claro, pero las de Whastapp también importantes en relación a su tamaño (138 millones en el 2013). Ni tampoco en el número de usuarios ‘activos’ de ambos servicios: Whatsapp llegaba ya a unos 450 millones en 2014, pero Yahoo alcanza a 1.000 millones con todos sus servicios.

El quid de la cuestión ha estado en el futuro. De hecho, según el desglose de la valoración que hizo la propia Facebook de Whatsapp (una app con solo 5 años de vida), alrededor de 15.000 millones de dólares se adjudicaron “al crecimiento futuro, el potencial de monetización y la ventaja estratégica obtenida en el ecosistema móvil”. Yahoo, sin embargo, tiene mucho más pasado que futuro. Creada en 1994 por dos estudiantes de Stanford (Jerry Yang y David Filo) para organizar las pocas páginas web que poblaban entonces Internet, la página web empezó llamándose “Jerry and David’s guide to the World Wide Web” (guía de Jerry y David de la Web) y adquirió luego su estructura de directorio jerarquizado con el nombre oficial de Yahoo!

Aunque el objetivo inicial fuera la organización de la Web -mediante el directorio y un rudimentario buscador-, pronto los fundadores de Yahoo vieron que, para obtener mayores ingresos de publicidad, necesitaban ser no solo un portal hacia otras webs, sino también un destino en sí mismos. Y aquí empezó la carrera como medio de comunicación de una compañía que se había iniciado más como una tecnológica. Junto a los servicios clásicos del buscador, acceso a Internet o correo web, se crearon nuevos portales de contenidos ‘verticales’ como Yahoo Finanzas o Yahoo Deportes y se compraron grandes webs como la plataforma de fotos Flickr o el sitio de blogs Tumblr.

En el pico de su éxito, allá por el año 2000, Yahoo fue valorada en 100.000 millones de dólares. Poco después vino el estallido de la burbuja ‘puntocom’ y la evolución a una web mucho más enfocada a las redes sociales y a los móviles, dos ámbitos en los que la compañía de Yang y Filo no ha sido capaz de posicionarse frente a gigantes como Google, Facebook o Apple. Su propia naturaleza, a medio camino entre una tecnológica y un medio de comunicación ha pesado mucho en su espalda. Ni goza de la agilidad y las plantillas compactas de las tecnológicas, ni ha alcanzado la credibilidad o el carácter premium de los grandes medios de comunicación.

Con todo, Yahoo obtuvo solo un 2% del mercado publicitario total en EEUU en el 2015, según la consultora eMarketer. Una cifra demasiado pequeña para un grupo de este tamaño enfocado en la publicidad. Y para sus accionistas, que presionaron duramente a la CEO, Marissa Mayer, por la venta de este negocio ‘en decadencia’, manteniendo en la compañía restante (llamada precisamente así, ‘RemainCo’) las participaciones en las únicas compañías rentables del holding: la web china de comercio electrónico Alibaba y Yahoo Japan.

Queda por ver cómo integra Verizon semejante gigante en usuarios, empleados y pérdidas; tras haber hecho algo parecido el pasado año con otro grande en apuros: AOL (dueño del Huffington Post o Techcrunch). El objetivo es alcanzar a los líderes publicitarios mundiales gracias a la concentración de audiencias y el conocimiento de los usuarios. Y quien tiene todas las papeletas para liderar esta integración en Verizon es Tim Armstrong, ex CEO de AOL y ex compañero de Marissa Mayer en los inicios de Google. No parece probable que a Mayer le vaya a apetecer quedarse a medio plazo: le espera un bonito finiquito de 57 millones de dólares.

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