SERGIO PASCUALDiputado y exsecretario de Organización de Podemos
OPINIÓN

Una discusión clave para un nuevo ciclo

Sergio Pascual, diputado por Sevilla de Podemos y exsecretario de Organización. Es miembro del Consejo Ciudadano estatal del partido.
Sergio Pascual, diputado por Sevilla de Podemos y exsecretario de Organización. Es miembro del Consejo Ciudadano estatal del partido.
JORGE PARÍS
Sergio Pascual, diputado por Sevilla de Podemos y exsecretario de Organización. Es miembro del Consejo Ciudadano estatal del partido.

Podemos se ha embarcado en una discusión que es clave para el ciclo que se abre. Cómo ganar y qué ganar. La primera de las discusiones es casi trivial. El 15M y el propio Podemos nos enseñó que para ser hegemónicos no basta con decirle a la gente que somos "su" partido, que somos de izquierda,  que tenemos la verdad y que nunca les vamos a traicionar. Eso ya lo han hecho muchos en el pasado con escaso éxito. Se trata más bien de demostrarlo siendo útiles en las instituciones además de en las calles. Es más, si queremos hegemonizar el voto popular se trata precisamente de ser más útiles a la gente que otros partidos. Ese es el camino, llenar nuestro discurso de logros concretos, hechos, certezas.

No me resisto a poner un ejemplo. Creo que en las distintas Comunidades ahora es más tiempo de discutir en los Parlamentos el presupuesto -que afecta a la vida diaria de la gente- que de hablar de nosotros mismos.

Por otro lado pareciera que se instala por la puerta de atrás el debate de las "formas". Yo creo que este debate oculta la cuestión central.

Y es que en el siglo XXI, en nuestra democracia imperfecta, en una sociedad compleja, la lógica del conflicto que nos construye en negativo plantea una estrategia perdedora. Efectivamente si con esa lógica todos los que no nos han votado son nuestros enemigos o amigos de nuestros enemigos, resulta difícil creer que podamos sumar un voto más que los que ya sumamos, es más, si lo sumamos igual algunos se sienten tentados de clasificarlo de traición a las esencias.

Pero es que además se corresponde con una visión anquilosada que obvia que las versiones dicotómicas de la sociedad son cosa del siglo XX -u otras latitudes- y que sensu contrario, en una sociedad compleja como la actual, con una realidad en permanente cambio, los apoyos dependerán de nuestra capacidad para poner en cada momento las prioridades de la mayoría por delante de prioridades de partido o utopías personales. Y no tengo ninguna duda de que en el marco de un horizonte de cambio profundo, la prioridad de la gente hoy no es todo o nada sino echar a Rajoy, al PP y sus políticas.  Y es que el mejor camino para alcanzar nuestras utopías, parafraseando a Galeano, es precisamente arrancar a caminar hacia ellas, negarse a andar porque el destino está lejos es complaciente e ineficaz.

En definitiva es la hora de ver si los 71 escaños de Unidos Podemos son útiles para cambiar la vida de la gente hoy o si vamos a seguir diciéndolo a voz en grito con hermosos eslóganes mientras facilitamos por acción u omisión otro ciclo de recortes y austeridad.

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