Como las olas. ¿Alguien cree que se pueda detener el movimiento de las olas? Pues la restricción del tráfico en el centro de las grandes ciudades es igual de inevitable. Da igual que gobierne Ahora Madrid en la capital de España, Barcelona en Comú en la Ciudad Condal o el PSOE o el PP mañana o pasado mañana. Da igual. La noticia no son los cortes de tráfico, la noticia es que respiramos veneno.

No es un problema de tráfico, ni de incomodidad, ni de capricho, ni de ideología, ni de oportunismo. Es un problema de salud pública. Del aire que respiras tú y tus hermanos y tus padres y  tus hijos y  tus nietos y tus amigos y tus colegas.

¿Quieres que respiren veneno a cambio de dormir 30 minutos más? ¿Quieres que respiren veneno a cambio de suprimir la caña de después de currar para coger el cercanías? ¿Quieres que respiren veneno a cambio de no comprar al lado del trabajo sino en tu barrio, la leche del desayuno o el enésimo regalo de Navidad?

"Hicisteis nuestras casas al lado de vuestras fábricas", cantaba en los año ochenta La Polla Récords. "Ni aquello era bueno, ni lo de ahora, la verdad", me dice un amigo que vive a las afueras de Madrid.

"Ahora, que tenemos el trabajo en el centro y nuestras casas allá, allá lejos, donde ‘habita el olvido’, que diría el poeta, en realidad donde  la hipoteca nos permitió comprarla.Y el cercanías o el autobús te dejan lejos de casa, luego hay que coger otro bus o que alguien te vaya a buscar o tener un coche por cada miembro de la familia esperando en el parking disuasorio. Un fastidio y tiempo, más tiempo para llegar a casa después de una larguísima jornada de trabajo, con los niños esperando, todo por hacer y el reloj avanza, avanza, avanza y enseguida otro día con la misma rutina y las mismas urgencias que el anterior.  Deberían organizar mejor el transporte público, más frecuencia, más recorrido y más barato.

Y a medio plazo,  las empresas y los sindicatos  deberán renegociar los horarios laborales para ponérnoslo más fácil. Los que viven en el centro no saben lo que es esto. Para ellos, que solo puedan circular los coches con matrícula par o impar es un pequeño fastidio, para los demás es una gran putada. Pero claro la alternativa es ¿respirar veneno? ¿ quiero respirar veneno? ¿ aunque no lo note?  Si el medidor oficial dice que estamos respirando veneno… ¿qué debe hacer el Ayuntamiento? ¿cruzarse de brazos? ¿mirar para otro lado? ¿esperar las consecuencias sobre nuestra salud dentro de dos años, cinco años, diez años? ¿A quién reclamamos entonces? No, aunque nos fastidiemos más los de siempre, yo no quiero respirar un aire que me mate".

Madrid activa este jueves por primera vez en la historia el Escenario 3 del protocolo de contaminación por dióxido de nitrógeno. Solo podrán circular por el centro los coches cuya matrícula acabe en número impar.