No dejen que distraigan su atención de lo verdaderamente importante. El proyecto de Presupuesto 2019 del Ayuntamiento de Madrid plantea el mayor gasto social de los últimos 10 años. Solo en los cuatro años en los que Manuela Carmena habrá estado al frente del Consistorio madrileño, el gasto social habrá crecido más de un 70%. Las vecinas y vecinos de Madrid contarán con más de 830 millones de euros para programas de vivienda social, gasto en mayores, inclusión social, educación infantil, lucha contra la violencia machista, etc. En el Presupuesto de 2014, último ejercicio gestionado por el PP después de 26 años al frente del Ayuntamiento de Madrid, esta partida era de poco más de la mitad, 480 millones.

Que no los distraigan, porque no es lo mismo destinar 163 millones de euros a políticas de vivienda en 2019 que dedicar 37 millones como en 2014, último año en el que el PP estuvo al frente del Ayuntamiento. En unos momentos en los que el acceso a una vivienda digna es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, este Gobierno ha multiplicado por cuatro el presupuesto para la construcción de nuevas promociones y a la rehabilitación de viviendas para alquiler social. Los diarios económicos se hacían eco estos días del potencial de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo como principal promotor de vivienda social en la ciudad de Madrid.

Tampoco es lo mismo consignar 130 millones de euros a políticas de educación que 88 millones, que es a lo que ascendía esta partida en las últimas cuentas de Ana Botella. Nuestro Presupuesto para 2019 incluye la gratuidad de la cuota de escolaridad de las escuelas infantiles de la red municipal, así como una partida específica para la lucha contra el absentismo escolar en los colegios que asciende a más de 4,5 millones de euros. Un capítulo que no existía en 2014. También incluye casi 23 millones para otros servicios complementarios a la educación, como son las actividades extraescolares, frente a los 5,5 millones que destinaba el gobierno del PP en 2014. Y todo ello se complementa con un plan de inversiones que contempla la construcción de 13 nuevas escuelas para el curso 2019-2020, y un número significativo de obras de mejora de colegios en los 21 distritos de la ciudad.

Tampoco lo es aumentar un 30% el gasto social en personas mayores hasta alcanzar los 289,5 millones de euros (más de un tercio del total del gasto social total), o el gasto social asistencial un 43% hasta los 180 millones de euros, que es el incremento que han registrado estas partidas en los últimos cuatro años. O bien reservar una nueva partida presupuestaria para prevenir y luchar contra la violencia machista en la ciudad de Madrid, y dotarla de más de 11 millones de euros.

Y, por supuesto, no es lo mismo asignar 48 millones de euros a cohesionar nuestros barrios y a reequilibrar los distintos territorios que conforman nuestra metrópoli que no destinar partida alguna a la política municipal de coordinación territorial, como en los gobiernos anteriores del PP. Porque el Presupuesto 2019 mira al sur. En 2019, el presupuesto agregado de los barrios del sur y del este de la ciudad (Puente de Vallecas, Villa de Vallecas, San Blas-Canillejas, Villaverde, Usera, Carabanchel, Latina y Vicálvaro, además de Moratalaz) habrá aumentado un 40% desde 2014, hasta alcanzar los 311 millones de euros.

Y no es lo mismo porque para el Gobierno de Manuela Carmena la política municipal se construye desde los barrios, partiendo de las necesidades de sus vecinas y vecinos y priorizando aquellas intervenciones con mayor potencial para mejorar su bienestar y condiciones de vida. Y el proyecto de Presupuesto municipal para 2019 no es más que el reflejo de esa otra forma de hacer política. El balance de cuatro años es claro: se ha duplicado la inversión, se ha aumentado un 70% el gasto social y se va a reducir un 54% la deuda. Porque no todo es lo mismo.