JAVIER MARTÍN. DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN COMPROMISO Y TRANSPARENCIA
OPINIÓN

¿Cuáles son los beneficios de constituir una fundación empresarial?

Javier Martín, director ejecutivo de Fundación Compromiso y Transparencia
Javier Martín, director ejecutivo de Fundación Compromiso y Transparencia
Cedida por Fundación Compromiso y Transparencia
Javier Martín, director ejecutivo de Fundación Compromiso y Transparencia

La decisión inicial de constituir la fundación, pese a lo que pueda parecer a primera vista, no siempre ha respondido a decisiones meditadas y de largo alcance por parte de la alta dirección de las compañías. Aunque los motivos para crear una fundación pueden ser muy variados, los beneficios que comporta esta específica configuración institucional se pueden agrupar en tres grandes categorías:

1 Explicitar un compromiso a largo plazo. Toda fundación supone afectar sine die un determinado patrimonio al cumplimiento de unos fines sociales. La decisión de la empresa de asignar una financiación plurianual (ya sea mediante la constitución de un capital fundacional o mediante el compromiso de asignar un porcentaje anual de los beneficios de la compañía o mediante una combinación de las dos modalidades) implica la determinación de comprometerse a largo plazo con la solución de determinados problemas o el impulso de ciertas causas.

2 Contar con una estructura de gobierno experta e independiente. Las fundaciones están gobernadas por un patronato cuya función principal es velar por la misión de la fundación, desarrollar la estrategia y asegurar los recursos e impacto de la organización. La configuración institucional de la fundación le permite contar con un grupo de personas externas a la empresa que, teóricamente, le proporcionarán expertise y una mayor credibilidad y transparencia a sus actividades.

3 Facilitar alianzas con otras instituciones y obtener recursos de terceros. La naturaleza no lucrativa de la fundación le otorga mayor credibilidad de cara a formalizar acuerdos y alianzas con otras fundaciones, ONG y organismos internacionales, además de permitirle canalizar donaciones y recursos de terceros. Nadie está dispuesto a donar a una empresa, pero sí a una fundación que legalmente tiene prohibido repartir beneficios entre sus socios o colaboradores.

Pero no basta tener claros los beneficios que comporta crear una fundación, gran número de fundaciones corporativas adolecen de falta de foco estratégico. En realidad, la pregunta que debe hacerse una empresa no es si debe o no constituir una fundación, sino cuál es la manera más apropiada de canalizar y hacer efectiva su contribución a la sociedad: ¿directamente a través de un departamento interno de la empresa o constituyendo una fundación? Solo después de contestar a esta pregunta, puede tener sentido abordar la conveniencia o no de constituir una fundación.

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