Señor rector:

He leído (en esa fuente de material gratis para crear artículos propios que es internet) que le han pillado a usted plagiando, al menos en nueve de sus trabajos (según eldiario.es. Sí, citar es algo más que decirle a un colega dónde y cuándo quedáis). Le escribo esta carta porque quiero apoyarle, solidarizarme, justificarle. Dicen que usaba usted originales de varios autores para hacer sus textos. Pero ¿a que nadie se mete con los cocteleros? Hipócritas. En una ocasión, según el citado diario (mencionar fuentes es algo más que hablar de la Cibeles o de Canaletas), copió el 68% del texto de otro autor. Bueno, es que eso no es copiar, es hacer una reimpresión. ¿Y acaso no debe usted como rector difundir los conocimientos? Además, ha sido democrático e igualitario: ha fusilado trabajos de catedráticos, alumnos, cónsules, rabinos… Lo mismo si buscamos bien hay algo del libro de Belén Esteban en un ensayo de usted.

También usó párrafos y fragmentos de todas las épocas y décadas, como el de un texto de historia de 1969. No se remonte mucho más en el copieteo, que va a acabar usted publicando que la Tierra es plana. Aunque, claro, ya le ha pasado eso de copiar artículos con erratas incluidas. Bueno, encima que les da notoriedad no se va a poner a corregir… La verdad, lo pienso y no sé cómo le ha dado tiempo a escribir algo propio con el tiempo que ha invertido en buscar cosas que plagiar. La suya es la universidad pública más joven de España y se ha dedicado usted a hacer cosas de millennials, rollo ctrl+c y ctrl+v. Es usted un rector enrollao. A tope, colega.

Dice usted, señor Suárez, que no ha plagiado, que para eso hay que lucrarse y usted no tuvo beneficio económico. Me dan ganas de darle un abrazo. Es usted un ser de luz. Beneficio económico no, pero ergonómico seguro que sí, porque se pasaría el tiempo que se ahorró en crear tumbado en el sofá. "Son disfunciones, porque soy humano", se excusa usted. Claro, quién no ha tenido que decir alguna vez eso de "te juro que es la primera vez que me pasa". Los plagios son los gatillazos del mundo académico. "Trabajamos con mucho material de aluvión", alega. Eso pasa mucho. A mí me llevó por delante el otro día un aluvión de un ensayo sobre la reproducción del escarabajo pelotero y, claro, acabaron párrafos sobre eso en el texto de literatura nórdica del siglo xv que estaba yo escribiendo. Quedó raro.

Sin otro particular… reciba un saludo.

Y no me copie esta carta. Pillín. Isra Álvarez