ISASAWEIS. ESCRITORA Y BLOGGER
OPINIÓN

Me imagino tu vida

La escritora y bloguera Isasaweis, en la redacción de 20minutos.
La escritora y bloguera Isasaweis, en la redacción de 20minutos.
JORGE PARÍS
La escritora y bloguera Isasaweis, en la redacción de 20minutos.

Me gusta imaginar que la gente es feliz. Lo hago muchas veces. Me fijo en algún desconocido e imagino su vida.

Esta mañana en una cafetería lo he vuelto a hacer.

La camarera se recogía hacendosa el pelo en un moño y esbozó una sonrisa tímida. La imaginé enamorada y que él la ruborizaba cuando lo hacía diciéndole lo bonita que estaba. Y ella pensaba que no era cierto, que el pelo suelto le favorecía más. Pero en el trabajo debía recogérselo y al hacerlo recordaba sus palabras: "Qué bonita estás cuando te recoges el pelo. Puedo ver tu cara y tus ojos verdes brillando más de lo habitual". Y una sonrisa asomaba a su boca...

Él, a estas horas, estaba también en el trabajo y llevaba pensando en ella toda la mañana. Hacía tres meses que había aparecido en su vida para llenarlo todo con esa sonrisa que era lo más bonito que había visto nunca. Era una chica tan vital, tan llena de energía, tan apasionada... Y hacía gala de esa pasión cuando contaba cualquier cosa. Y podías escucharla hablar durante horas. La pensaba a cada instante. Su forma de recogerse el pelo, de mover las manos mientras narraba algo que le emocionaba, y su piel... Tocarla por primera vez había sido sorprendente. Era tan suave que su tacto ahora era droga para sus manos. Pasaba las mañanas en el trabajo recordando cómo las deslizaba por su espalda y cómo ella cerraba los ojos para retener esa sensación.

Para él había sido un amor a primera vista. Para ella no.

Aquella mañana no había tenido tiempo a desayunar en casa. Decidió tomar algo rápido antes de la siguiente reunión y eligió la cafetería más cercana.

Ella llevaba sólo un mes trabajando allí. Se acercó a su mesa y le atendió como hacía siempre, con una sonrisa que lo iluminaba todo. Era diligente, muy amable y realmente encantadora. Y sonreía. Sonreía todo el tiempo. Parecía alegre. Como si su trabajo fuera un regalo y ella hubiera nacido para hacer aquello. Ahora sabía que así era como hacía cada cosa. Vivía todo con esa pasión...

Él comenzó a desayunar allí cada mañana y un día le propuso quedar fuera de la cafetería. Así comenzaron a salir.

Creía haber conocido a la mujer más bonita del mundo y planeaba hacer mil cosas con ella. Pensaba en algún viaje. Unos días juntos para descubrir esas partes de ella que aún desconocía. Y se sentía tan afortunado de que se hubiera fijado en él...

Ella se sabía la mujer más bonita a su lado y en aquella cafetería cerraba los ojos y podía sentir sus besos, estremecerse con sus caricias y sonrojarse con sus palabras. Se atusaba el pelo y la vida le parecía maravillosa. Y su sonrisa era más grande que nunca.

- ¿Desea otro café?

- Con leche de avena, por favor.

(... Ojalá seas tan feliz como te he imaginado).

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