ISASAWEIS. ESCRITORA Y 'BLOGGER'
OPINIÓN

¿Cómo estás de 'refalfiado'?

Los españoles gastarán de media en las vacaciones de verano 1.798 euros.
Los españoles gastarán de media en las vacaciones de verano 1.798 euros.
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Los españoles gastarán de media en las vacaciones de verano 1.798 euros.

Septiembre es más enero que enero. Enero es la fecha elegida para comenzar con los buenos propósitos por estar ahí, al principio de un nuevo año que, por supuesto, esperamos que sea mejor que el anterior. Pero septiembre es el verdadero enero. Septiembre es el mes en que nos proponemos empezar a hacerlo todo bien porque queremos, no porque toque. Es por tanto enero un mes más de deseos y septiembre, de acción.

Venimos del verano, la época de la relajación y los excesos, quizás por eso –porque sabemos que después llegará septiembre con su mirada inquisitiva y sus reproches– y entonces sí, nos pondremos las pilas. Así, nos pasamos la época estival saliendo más, siendo un poquito más flojos, comiendo tarde y a deshora, haciendo la vista gorda ante otra cervecita en el chiringuito, un helado más o media docena de croquetas de la abuela. Y lo hacemos sin cargo de conciencia: ya llegará septiembre...

Tras tanta manga ancha veraniega afrontamos el mes de los buenos propósitos relajados, con ganas, y lo que más ayuda, refalfiados, que decimos en mi tierra, y que es una palabra que os invito a usar porque al igual que la morriña gallega, no hay otra que lo describa igual: "Cansados y hartos ya de todo, por exceso de comodidad o de abundancia" (en realidad tenemos 'estragados' pero ¿no me digáis que refalfiados no lo expresa mejor?: ¡En septiembre estamos refalfiados de todo!).

La dejadez consciente deja entonces paso a un septiembre salvador que nos guíe por el buen camino: empezar a hacer ejercicio (o en el caso de los aventajados volver a ello); comer mejor (5 piezas de fruta y verdura que no falten); beber más agua (¡los famosos 2 litros diarios!); perder peso (grasa, por supuesto); leer más (a ver si no perdemos la inercia del verano); dedicarnos a nosotros y cuidarnos más (pasear, darnos un masaje o ir a un spa de vez en cuando); pasar más tiempo con las personas queridas (quedar para un café o un vinito, aunque sea una vez al mes, o por lo menos una llamada para saber que estamos ahí); dejar de fumar (este año va a ser el bueno); aprender algo nuevo (un idioma, un instrumento, a cocinar, a hacer punto de cruz, ¡lo que sea!); acostarse pronto y dormir ocho horas diarias (que lo aconsejan los médicos y dan la eterna juventud a las famosas), o poner por fin orden en casa (¡y en el trastero!). Pero eso ya para otro año, que lo de ordenar el trastero es ¡Marie Kondo nivel Dios!

Pues, ale majos, coged vuestra lista de tareas y ¡manos a la obra! El 21 de septiembre hablamos, que como decía el bueno de Maxwell Maltz, es el tiempo que necesitamos para adquirir un hábito. Aunque yo añado: nuestro éxito será directamente proporcional a lo refalfiados que estemos. ¡Suerte a todos!

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