Es la clave para saber qué está pasando en Convergència: si como defienden algunos asociados -antes se llamaban militantes- se está construyendo un nuevo partido es decir fundando, o bien si como aseguran otros se está revisando o modificando la esencia del anterior o sea refundando. El viernes estaba claro que se refundaba CDC, todo parecía estar bien atado por la dirección hasta que los asistentes a la asamblea -quizás contagiados por los espíritus que aseguran que albergan el recinto del Fòrum- se revolvieron y dijeron 'no' hasta a cuatro nombres para el nuevo partido. Y ganó la opción que no defendía la dirección ni sus presidentes Mas y Puigdemont, y alumbraron el Partit Demòcrata Català (PDC) con polémica servida con sus 'socios' escindidos de Unió que también fundaron un partido un año antes: Demòcratas de Catalunya. Aquí está la pugna: saber quién es el primer o el más Demòcrata en Cataluña. Y ahora toca elegir a la nueva dirección del PDC. El presidente no cambia mucho, será Artur Mas, en tándem con Neus Munté que es garantía de consenso y buen rollo. Pero la resaca de la revuelta fin de semana se ha llevado por delante a un hombre de Mas, a Jordi Turull, que se ha apuntado al "paso al lado" y ha cedido el puesto a la pareja de consenso formada por Marta Pascal y David Bonvehí que serían una apuesta más de Puigdemont que de Mas y hasta el último minuto intentan integrar caras nuevas, alcaldes y jóvenes. Días de definición para la ya exCDC que se refunda, o funda uno nuevo. Veremos.