No era ningún secreto, hacía semanas que el sector del comercio se había puesto el termómetro y habían saltado todas las alarmas. Y es que los números no cuadran en el pequeño comercio de Barcelona: en la Rambla vivieron en primera persona el atentado del 17-A y sufrieron sus consecuencias. Semanas más tarde empezaron las manifestaciones y los ‘paros de país’ provocando una caída en las ventas del 3,9% en el mes de octubre, y que uno de cada cuatro autónomos se quedara en el camino.

Para revertir esta situación, hace justo una semana en Barcelona se encendieron las luces de Navidad y empezó el Año del Comercio y la Cultura que se traduce, en un inicio, en una inversión municipal de 260.000 euros en la campaña para relanzar el comercio de proximidad y de 52.000 euros para captar el turismo de Fin de Año. Inversiones que el sector considera insuficientes para afrontar el fuerte descenso en las ventas y facturación; reclaman una campaña mucho más intensa y se han organizado para hacer públicas sus demandas en los próximos días.

Mientras tanto, los comerciantes tendrán una primera oportunidad de recuperación los próximos días: ha llegado el frío y los próximos festivos, tanto el 6 como el 8 así como el domingo, son días en los que los comercios podrán abrir al público. Es el momento para el comercio más próximo, no olvidemos que es el que da vida a nuestros barrios.