IRENE LOZANO. ESCRITORA.
OPINIÓN

Más deprisa, más despacio

Periodista, escritora y política.
Periodista, escritora y política.
JORGE PARÍS
Periodista, escritora y política.

Tener poco tiempo da mucho prestigio. Conozco a un viejo y poderoso periodista que logra estar en todas partes moviéndose a gran velocidad. A menudo, come el primer plato en un restaurante y apenas ha picoteado del segundo, se levanta y se marcha, excusándose por tener tanta prisa. Veloz, aparece en otra mesa, donde se disculpa por llegar tarde, estropea otro segundo y toma un postre. Todos sus comensales agradecen que alguien tan ocupado les haya dedicado una comida: su éxito es el movimiento.

Como todo está cambiando, nadie sabe muy bien qué saldrá, quiénes sobrevivirán, dónde debemos estar, qué necesitamos saber, qué equipaje preparar. Sabemos que está a punto de pasar el futuro, y queremos ir allí donde pare. en realidad el futuro ya ha llegado, pero aún está mal distribuido, como dice William Gibson. De quienes afirman poseerlo, algunos mañana serán cuerdos y otros locos, pero como no sabemos quiénes serán qué, parece prudente comer con todos.

Un buen amigo mío hace lo contrario. Ya no acepta más amigos, porque no tendría tiempo de cuidar bien a los que tiene. Me sentí muy afortunada cuando me lo contó, porque yo soy una de las personas que quiere querer, a las que llama para saber cómo van las cosas y no solo para decir: "¡Qué desastre, llevamos un año sin vernos!". No sé si vive más feliz, pero desde luego vive, aunque a veces eso no es suficiente. En estos tiempos hay que ser rápido para sobrevivir y lento para vivir. No estamos preparados para esa contradicción y por eso vamos todos un poco desquiciados: aumenta la ansiedad y el consumo de lexatines.

Los más desquiciados son los periodistas. Hay que ser muy rápido para enterarse y muy lento para informarse, o sea, para comprender. Algunos han dejado de entender la realidad, aunque escriben sobre ella y nos mandan un titular al móvil cada hora. ¿Cómo salir de ese ritmo alocado? A mí solo se me ocurre tratar de encontrar el significado, como nos indica la etimología: in-formar consiste en dar forma a un mundo que carece de ella, un mundo en el que se agolpan las percepciones, las palabras, los sentimientos, con tal acumulación que todo parece simultáneo e imposible de abarcar; un mundo cuyo problema no es que vaya rápido, es que se mueve a espasmos ininteligibles.

Solo conozco un método: observar, leer, escribir. Esta columna es un intento en medio de un ensayo: leer algo más que un titular, comprender cómo la velocidad y la tecnología nos están cambiando por fuera y por dentro. Quizá no haya que estar al tanto de todo. Y eso nos va a llevar un poco más de tiempo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento