HELENA RESANO. PERIODISTA
OPINIÓN

El futuro ya está aquí

Imagen del presentador virtual que se ha estrenado en China.
Imagen del presentador virtual que se ha estrenado en China.
CNC
Imagen del presentador virtual que se ha estrenado en China.

La televisión china ha estrenado nuevo presentador: un tipo ni guapo ni feo, ni alto ni bajo, ni rubio ni moreno. Un tipo anodino, que vocaliza de maravilla, que nunca se equivoca y que hace los peores y los mejores horarios. Siempre está disponible, festivos, fines de semana, laborables. Nunca se pone malo. Nunca se queda afónico como nos pasa a algunos de vez en cuando. Vamos, el típico compañero de canal al que no le tienes mucho aprecio y al que le coges paquete nada más verle.

El tipo ha llenado páginas y páginas de medios de comunicación, han hablado de él en muchos otros canales de Europa y Estados Unidos. Es la sensación del momento, pero a él todo esto le resbala, porque él es un robot. Sí, ellos, los robots, ya están aquí. Al menos en el mundo de la tele y de la información non-stop. Se han creado a imagen y semejanza de los presentadores reales de ese canal de noticias. Y admiten que están ahí, en sus pantallas, para no descansar a la hora de informar.

"Da igual lo que pase, yo se lo contaré". Eso sí, sin ningún tipo de criterio, ni de conocimiento para saber explicar al espectador por qué eso es importante, sin pasión, sin ningún tipo de empatía ni de guiños en aquellas noticias que usted y yo sabemos que nos interesan. No. Lo contaré todo con el mismo tono, con la misma voz metálica y sin apenas gesticular.

Lo de comunicar lo dejamos para otro día. Simplemente leerá textos, textos que tendrá que seguir metiendo un periodista en el sistema porque él no es capaz de revisar teletipos, agencias, ni de escuchar por el pinganillo (el auricular con el que desde control se comunican con nosotros) para que le digan que matice esa información porque desde el Gobierno acaban de emitir un comunicado. No. El nuevo presentador no podrá improvisar porque no sabe, no hay algoritmo que se lo permita. Él será siempre un replicante.

Esto es lo que hay y a esto es a lo que nos encaminamos, nos guste o no. El otro día leía que la inteligencia artificial y los robots pondrán en riesgo más de 700 empleos en el área de recursos humanos. Ya no habrá necesidad de personas dedicadas a rastrear el talento fuera de nuestra empresa: un algoritmo lo hará por nosotros. Descartará aquellos perfiles que no son válidos o no encajan con lo que estamos buscando y cribará la selección a un determinado número de personas.

Adiós a las entrevistas personales en las que el entrevistado consigue sorprender al entrevistador. Adiós a asumir riesgos porque esa persona nos ha generado confianza, nos ha sorprendido a pesar de lo que decía su currículum. La inteligencia artificial nos robará las emociones porque las emociones no son medibles. Y a esto es a lo que se van a enfrentar nuestros hijos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento