HELENA RESANO. PERIODISTA
OPINIÓN

Ensuciando también nuestra salud

Contaminación Madrid
Contaminación Madrid
Europa Press - Archivo
Contaminación Madrid

Ya sabíamos que respirar aire sucio no era bueno y que incluso en personas de riesgo, (mayores, con enfermedades crónicas y bebés), podía llegar a ser mortal. Pero preocupa saber que respirar aire contaminado también puede ser la causa de que acabemos desarrollando enfermedades como la diabetes.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington ha logrado demostrar la relación que hay entre contaminación y diabetes. Han comprobado que las partículas contaminantes del aire provocan que nuestro organismo produzca menos insulina. La explicación científica a partir de aquí es bastante más técnica y a mí se me escapan los detalles: no producir insulina al parecer provoca una inflamación que impide que la glucosa en sangre la consigamos traducir en energía suficiente para mantener nuestra salud.

La investigación también ha señalado qué países son los que más casos han sumado en los últimos años: los países menos desarrollados y con menos mecanismos y menos conciencia sobre cómo reducir los niveles de contaminación. Señalan India, Afganistán, dos países con un grave problema para poder concienciar y controlar a la población sobre los niveles de contaminación.

Pero encienden también la luz roja sobre Estados Unidos. Sí. Estados Unidos, el país que preside un señor que ha decidido descolgarse de los acuerdos internacionales para reducir los niveles de CO2. Allí en un año se han registrado 150 mil nuevos casos. Pero atentos, porque en todo el mundo hay más de 3 millones de nuevos casos de diabetes por culpa de la contaminación cada año. Han leído bien sí: ¡3 millones 200 mil nuevos casos cada año! Son los casos que han podido demostrar en su estudio. Suponen el 14% de los nuevos casos que sólo en 2016 se diagnosticaron en todo el mundo. Para que se hagan una idea registrados hay 420 millones de diabéticos en todo el mundo.

Una enfermedad crónica, que necesita ser controlada y medicada de forma diaria. Así que para todos aquellos que niegan el cambio climático o que lo minimizan tomen nota. Ya no se trata de dejar un planeta más limpio y más sostenible, no se trata ya de evitar ciclos extremos de lluvias o sequías, ni tampoco de que el nivel del mar aumente año a año.

Para quienes miran con indiferencia cómo el deshielo del Ártico es irreversible al menos que tomen nota. Porque ya no se trata de ser responsables con el planeta que queremos dejar sino con nuestra propia salud. Ensuciar el aire que respiramos tiene un alto coste en nuestra salud. Así que incorporemos cuanto antes hábitos y consumos responsables porque esto va a en serio.

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