CHARO RUEDA. PERIODISTA
OPINIÓN

Otras violencias machistas

Charo Rueda, periodista.
Charo Rueda, periodista.
CHARO RUEDA
Charo Rueda, periodista.

De las 213 medidas que establece el pacto de Estado contra la violencia machista, que se aprobó como un punto de partida el pasado jueves en el Congreso de los Diputados, hay dos que a mí me han llamado más la atención: una, la referida a la educación, porque es la de mayor transcendencia para evitar futuros peligros; y la otra, la que establece la definición de violencia machista, hasta ahora limitada al ámbito de la pareja o expareja, que amplía el foco a todas las violencias contra las mujeres.

Todas las violencias contra las mujeres. Según lo aprobado, son las incluidas en el Convenio de Estambul: además de la física, psicológica y sexual, incluye la violación, la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso sexual y el acoso por razones de género, el aborto y la esterilización forzada.

Debo suponer que aquí entran también el linchamiento, el acoso machista, las amenazas de violación o de muerte y las agresiones verbales que se le dirigen a una mujer cuando se le ocurre tachar alguna conducta de machista o simplemente hablar de feminismo.  De ejemplos están llenas las redes sociales y no son pocas las tuiteras que han tenido que enfrentarse a amenazas de muerte por hablar de feminismo en las redes.

¿Se considera machismo o libertad de expresión que a una mujer por el mero hecho de referirse a actitudes o comportamientos machistas se le llame de todo menos bonita y se le manden incluso amenazas de violación y de muerte?

Que un concejal socialista, o lo que sea, afirme en un chat, "Yo, a follar con empleadas que pongo y enchufo en el Ayuntamiento" ¿es otro tipo de violencia machista o una "gracieta" del susodicho concejal en el Ayuntamiento de La Laguna (Tenerife), Zebenzui González?

O que los responsables del PP de Vicálvaro, en Madrid, —como leo en un periódico— le dediquen a una compañera insultos vejatorios y mensajes machistas  en un grupo de Whatsapp, administrado por el diputado de la Asamblea de Madrid, Ángel Ramos, y en el que están miembros del Comité Ejecutivo de ese partido en ese distrito ¿es una broma de mal gusto o una forma de violencia machista?

Todos estos comportamientos no se van a erradicar de la noche a la mañana con las 213 medidas del pacto contra el machismo. Ojalá, pero para empezar, habrá que empeñarse mucho en la educación.

La medida del acuerdo contempla incluir en todas las etapas educativas la prevención de la violencia de género, del machismo y de las conductas violentas, la educación emocional y sexual y la igualdad, incluyendo además en los currículos escolares, los valores de la diversidad y la tolerancia. También se añadirán contenidos de igualdad y contra la violencia machista en los temarios de acceso de los profesores.

Ah, y en los libros de texto se incluirá el movimiento feminista.

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