CARLOS GARCÍA MIRANDA. ESCRITOR
OPINIÓN

¡Arriba la libertad!

Imagen de la cruz ubicada en el Valle de los Caídos.
Imagen de la cruz ubicada en el Valle de los Caídos.
Europa Press
Imagen de la cruz ubicada en el Valle de los Caídos.

De verdad que no entiendo dónde está el debate con la exhumación de Franco. El único problema que le veo a poner fin de una vez a la romería del Valle de los Caídos es que ahora igual tenemos dos lugares de peregrinación al sumarse el cementerio de El Pardo. Llegamos cuatro décadas tarde a sellar la tumba correcta del dictador que tuvo presa a España otros cuarenta años.

En la Transición hubo muchos aciertos, pero también miedo a la memoria del dictador, y aquí estamos, con la ultraderecha de Vox en las instituciones y el PP declarando que "condena las dictaduras", pero lo del franquismo no lo sueltan en voz alta, no vaya a ser que pierdan electores nostálgicos.

El problema es que en España faltó una reconciliación y un juicio a los crímenes de la Guerra Civil por un tribunal imparcial. Sí, asesinaron nacionales y republicanos, pero los restos de Franco están en el lugar que construyeron los del bando contrario antes de que los mataran. Hay miles de muertos en el Valle sin identificar, compartiendo tierra con el dictador que los sentenció. A pesar de que el respeto por los ritos que necesita una familia para cerrar el capítulo de la peor historia de nuestro país no debería ser cuestión de ideologías, los partidos de derechas se empeñan en que esto es una medida electoralista del PSOE. Creen que estamos en precampaña y que esto movilizará el voto socialista, pero el caso es que Sánchez lleva intentando la exhumación desde que llegó. Además, quienes seguro van a votar en las próximas elecciones con más ganas que nunca son los que aún llaman al dictador "caudillo de España por la gracia de Dios".

La Iglesia –esa que tiene un mandamiento que dice "no matarás"– sacó a Franco bajo palio en vida porque nos lo había enviado el cielo, y permitió que descansara rodeado de ángeles en una basílica. El Valle es un recinto sagrado que ha hecho mucho por engrandecer la figura de un dictador que podía llevar al asesinato a quien no compartía su ideología. No compro el argumento de que esa tumba es historia y el que no la conoce corre el peligro de repetirla porque allí o en la Fundación Franco, que debería ilegalizarse, esa no se cuenta bien. Diviniza a un dictador al que algunos reivindican por sus medidas más populistas, como los embalses (sin contar los pueblos que ahogó para conseguirlos) o la llegada del turismo (y no hablan de las fronteras que levantó hasta aislarnos).

Es necesario reeducar al país en lo que de verdad fue Franco, sobre todo a los jóvenes "nostálgicos" que solo han vivido en democracia y ni se imaginan lo que de verdad es un Estado totalitario. También a la gente que sí lo vivió y sigue encerrada en el recuerdo de que "con Franco vivíamos mejor". Lo que en realidad hicieron fue conseguir el bienestar a costa de perder derechos. ¡Arriba la libertad!

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