Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Telecinco y cómo frenar el boom de 'Pasapalabra'

Orestes, en ‘El Rosco’ de ‘Pasapalabra’.
Orestes, en ‘El Rosco’ de ‘Pasapalabra’.
20minutos | ATRESMEDIA
Orestes, en ‘El Rosco’ de ‘Pasapalabra’.

Parecía sólo un concurso resultón delante del informativo. Pero Telecinco perdió Pasapalabra y se quedó sin un pilar estructural de su programación. La cadena de Mediaset lo sufre. Y ha optado por competir con 'Ya son las 8', un programa en directo de actualidad y corazón. ADN de la emisora. Así proporciona un contenido complementario al concurso. Lo malo, en realidad, ambos programas comparten mismo público objetivo. Quizá para debilitar al rival sería más interesante acudir a formatos que interesaran a aquellas personas más jóvenes que no siguen con fruición el 'rosco'. Aunque también sería complicado lanzarse a invertir ante una apuesta tan asentada como Pasapalabra, lo más visto a diario.

Así que probablemente la mejor, aunque fuera una arriesgada apuesta, hubiera sido que Telecinco se atreviera a adelantar de verdad su prime time. Hace unos meses, Mediaset anunció que sus ofertas estelares de la noche iban a comenzar a las 8 de la tarde. Se vendió con todo el efectismo. Pero la decisión fue fallida, principalmente porque no era real. La táctica suponía poner un adelanto menor del reality show de la noche antes de las noticias de Pedro Piqueras. Como consecuencia, el espectador ya interiorizaba que nada relevante iba a acontecer en esa franja. Simplemente era un truco de emisión.

Pero la manera de consumir la televisión está cambiando. El público ya no trasnocha tanto como antes y tiene menos paciencia para esperar a los retrasos de programación de los canales tradicionales y sus artimañas para que luzca con más fuerza su cuota de pantalla. Telecinco podría descolocar a sus rivales anticipando sin medias tintas su prime time. Ser los primeros es una osadía, pero podría tornarse en éxito. Más aún cuando parece que su mecánica de programación retroalimentada de mismos contenidos de los últimos años ya está desgastada.

Para llevar a cabo esta decisión, eso sí, se debería avanzar Informativos Telecinco a las 8 de la tarde y, después, a las 8:30 que arrancara el plato fuerte de la noche. Con toda la pompa que merece. Lo que podría atrapar a públicos más jóvenes que no ven Pasapalabra con producciones como La que se avecina o Entrevías. Al final, la televisión también es marcar las citas de programación con una estabilidad que se recuerda fácilmente en la memoria. Eso el prime time de Mediaset ahora lo ha perdido con tantos movimientos, mientras el público masivo no olvida que entorno a las nueve de la noche en Antena 3 está el rosco. Un éxito por ser una prueba con identidad, concreción y concursantes que se cogen cariño. 

Adelantar el prime time puede sonar a locura, pero habrá que hacerlo en algún momento. El problema es encontrar cuándo es el instante adecuado para sufrir en audiencias lo menos posible. Los canales de siempre, que  necesitan reinventarse para alcanzar a nuevos públicos -más allá de las audiencias veteranas-, tienen una oportunidad en la que indagar. Porque la tele tradicional se seguirá consumiendo, sí, pero más aún si concilia su programación con las rutinas del espectador. No impone, se adapta. Pasapalabra lo hace. De ahí también su efervescente boom.

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