Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Por qué lo llaman 'Secret Story' cuando quieren decir 'Gran Hermano'

Jorge Javier Vázquez posa para 'Secret Story'
Jorge Javier Vázquez posa para 'Secret Story'
Mediaset
Jorge Javier Vázquez posa para 'Secret Story'

Los realities de Telecinco están muy vistos. Es más, la cantera de celebrities dispuestas a participar en ellos es cada vez más escasa. Casi todas han participado ya en Gran Hermano y sus sucedáneos. Pero la cadena necesita la fórmula de tele-realidad para alimentar de conflictos toda su parrilla. Así que este mes de septiembre se ha optado porque el gran reality con la imprevisibilidad del directo sea un sello nuevo: Secret Story. Pocos los saben pronunciar bien, mejor terminar llamándolo 'La casa de los secretos'.

Aunque, en realidad, esa 'casa de los secretos' es la misma de Gran Hermano en Guafalix de la Sierra. Y se nota. Mucho. Está redecorada, pero huele a GH. De hecho, toda el guion del espectáculo suena a GH. Sin embargo, no consigue las grandes audiencias que sí lograba Gran Hermano. El motivo: el público castiga los eufemismos en televisión. 

Hay una parte de los espectadores que lo sienten como una imitación.Y, por tanto, existe un tipo de público que no se queda en esta oferta. Puede ir a ver la gala de los jueves, el plato fuerte, pero pasa de otras entregas como el debate o los especiales de los martes porque intuye que es aún más relleno, más estirar el chicle. De ahí que Secret Story no esté arrasando en rendimiento de cuota de pantalla, evidenciando un síntoma de nuestro tiempo: la audiencia demanda marcas reconocibles en los grandes formatos televisivos.

Ante tanta saturación de contenidos audiovisuales, la audiencia prefiere formatos que le remiten a una nostalgia próxima, como OT, Supervivientes o GH"

Ante tanto impacto audiovisual que se vive en el día a día, los espectadores se saturan y, al final, suelen sentir más expectación por formatos que le remiten a una nostalgia próxima que le trae buenos recuerdos. Sucede con Operación Triunfo, Supervivientes o Gran Hermano. El secreto está en sus marcas. Porque en tiempos en los que planea constantemente la percepción de que hay demasiado que ver, los reconocibles nombres propios que nos marcaron son un atajo para abrazar la curiosidad de ese espectador que se pierde entre tanta oferta.

Otra historia es que también el elenco de personajes de Mediaset debería crecer. Los rostros y perfiles "estrella" para ser cobayas de la cadena llevan años estancados y repitiéndose en todos los programas a causa de una escasez de realities con participantes anónimos más allá de La isla de las tentaciones. No hay recambio tele-generacional, pues. La cadena necesita savia nueva con diversidad de edades y, a la vez, que los programas suenen al original. No sólo parezcan un sucedáneo que da la sensación de bucle en el que ya se ha visto antes en otros lugares y con la ensoñación de la espectacularidad de islas paradisiacas. En eso, tal vez, lo de encerrar a la gente en una casa de techos bajos se ha quedado viejo. Más aún después de una pandemia. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento