Cada vez más, compramos los regalos de Navidad en noviembre y preparamos en febrero las vacaciones de verano. Si somos previsores con estas cosas, ¿cómo no serlo para lo que más importa?

Disfrutar de una buena jubilación, sin apuros económicos, es muy importante. En España, la pensión pública es la base principal de los ingresos en esta etapa. Proporciona, en media, una cobertura equivalente al 82% del salario que se percibe en activo, una de las tasas de sustitución más altas del mundo.

La pensión pública es la base principal de los ingresos en la jubilación

La gran duda es: ¿seguimos pudiendo sostener este sistema?; ¿cómo serán las pensiones de los más jóvenes hoy?

La longevidad, cada vez mayor

La longevidad, que afortunadamente es cada vez mayor, la gran reforma pendiente del sistema para asegurar su sostenibilidad, el vaciamiento de la hucha de las pensiones, etc. nos hacen pensar que jubilarse resultará cada vez más complicado.

Como ha ocurrido ya en otros países, trabajaremos más años y el importe de la pensión resultante cubrirá en menor medida los ingresos que se perciben en activo.

En este contexto, el ahorro personal es la clave para garantizar el mantenimiento del nivel de vida cuando nos retiremos del mercado laboral; para evitar sorpresas entonces, es preciso prever y planificar con tiempo suficiente.

El saldo acumulado para la jubilación dependerá principalmente de nuestro ánimo ahorrador

El saldo acumulado para la jubilación dependerá principalmente de nuestro ánimo ahorrador. Es imprescindible constituirlo de forma periódica, todos los meses, lo que unido a la rentabilidad de las inversiones que hagamos, contribuirá a conseguir un volumen de ahorro adecuado.

Hay una gran variedad de productos para ahorrar a largo plazo: planes de pensiones -la “estrella” de todos los fines de año-, los seguros de ahorro, los fondos de inversión… Cada uno de ellos cuenta con características diferentes en materia de inversión, liquidez, fiscalidad, etc.

Por ello, hemos de dejarnos asesorar sobre cuál es la mejor fórmula para nuestra edad, posibilidades y preferencias.

Y, si además de acumular y rentabilizar el ahorro, estamos comprometidos con la mejora de la sociedad y del planeta que habitamos, existen también productos que aplican estrategias de inversión socialmente responsable, permitiendo cerrar el "círculo" de lo que de verdad importa.