Helena Resano Periodista
OPINIÓN

Cuidado con los nubarrones

Pasajeros a su llegada este domingo al aeropuerto de Palma de Mallorca.
Pasajeros a su llegada este domingo al aeropuerto de Palma de Mallorca.
CATI CLADERA / EFE
Pasajeros a su llegada este domingo al aeropuerto de Palma de Mallorca.

Suena tentador: coge un avión y vuela lejos. Vete a una playa paradisiaca –del Caribe y arena blanca– y olvídate de todo y de todos. Sí, suena tentador. Pero, llámeme tonta, me costaría liberarme así cuando parece que es ahora, justo ahora, cuando nos jugamos el horizonte soñado: el del verano.

Creo que ahí está el centro de todo esto. El problema no es que nos podamos ir a Cancún o a Punta Cana en Semana Santa y no podamos ir a ver a nuestras familias a Navarra o al País Vasco. Suena surrealista, y lo es. Algunos llevamos casi ocho meses sin movernos de nuestra comunidad; incluso en algunos periodos, ni siquiera saliendo de nuestro municipio por cierres perimetrales. 

Mucho tiene que cambiar la situación como para que esto mejore en dos meses

Asumimos que, nuevamente, esto es lo responsable, de acuerdo. El problema es que todo esto se alargue y la expectativa que teníamos puesta en que, a partir de mayo, empezáramos a tener cierta movilidad con las vacunas ya a todo tren, se tambalea.

Mucho tiene que cambiar la situación como para que esto mejore en dos meses. La amenaza de la cuarta ola es una realidad, por mucho que nos empeñemos en negarlo; no hay más que ver lo que ocurre a nuestro alrededor, con Francia al borde del colapso hospitalario en algunos departamentos o Alemania, que vuelve al confinamiento total durante cinco días. Y ese horizonte es un nubarrón gris enorme, admitámoslo. 

El Reino Unido ha anunciado que alarga la prohibición de viajar fuera, al extranjero, hasta el 30 de junio. Eso supone que, hasta las puertas del verano, los británicos no podrán salir de la isla ni pisar las playas del mediterráneo. No solo prohíben salir del país: impondrán multas de 5.000 libras a quien se salte esa prohibición. No se andan con tonterías. Ya no tienen que ajustarse a la normativa europea. Su plan de vacunación está siendo mucho más ambicioso, allí no han parado ni suspendido ninguna de las vacunas. 

Sin turistas británicos, las expectativas de reactivar la economía y el turismo en verano sufren un nuevo varapalo

Es verdad que tampoco han tenido problemas de suministros, ni de cancelaciones como en Europa, pero hay que reconocer que han sido mucho más rápidos en las autorizaciones de las vacunas y en la puesta en marcha del plan de vacunación. Y nos llevan ventaja, mucha.

Sin turistas británicos, las expectativas de reactivar la economía y el turismo en verano sufren un nuevo y preocupante varapalo. El 30 de junio es una fecha demasiado ajustada como para pensar que podamos reactivar empleo y contrataciones de cara a la campaña de verano. Algunos de los hoteles de Baleares que esta Semana Santa se han planteado levantar parte del ERTE de su plantilla, ahora mismo están en un impasse, decidiendo qué van a hacer tras la decisión del gobierno alemán de exigir una PCR a la vuelta

Aquí, nuevamente, seremos nosotros los únicos que decidiremos cómo queremos llegar al verano. Estará en nuestra mano que ese nubarrón gris se disipe por completo. Yo no veo el momento.

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