OPINIÓN

Mossos

Un periodista fotografía a un agente de Mossos d'Esquadra con una pistola de foam durante las protestas por el encarcelamiento de Hasel en Barcelona.
Un periodista junto a un agente de los Mossos d'Esquadra con una pistola de foam durante las protestas por el encarcelamiento de Hasel en Barcelona.
ACN
Un periodista fotografía a un agente de Mossos d'Esquadra con una pistola de foam durante las protestas por el encarcelamiento de Hasel en Barcelona.

En la España de hoy, siglo XXI, no creo que transforme, cambie, la realidad quien o quienes más destrozos cometan, pillajes consuman y más piedras arrojen. 

En la España de hoy, la policía ejecuta órdenes judiciales. Si al ejecutarlas se exceden en sus acciones, son investigados y, si cabe, sancionados.

En la España de hoy hay déficits más que evidentes, empezando por el Código Penal. En países de nuestro entorno, con muchísima más tradición de respeto de derechos básicos como el de la libertad de expresión, el Código Penal español, en partes sustanciales de lo que podríamos llamar calidad democrática, no es homologable.

Que el Código Penal español, en algunos capítulos, sea una reminiscencia de tiempos pasados no es culpa de los jueces: es culpa del poder legislativo. Es decir, de los partidos políticos. Y como que, desde el fin de la dictadura, PP y PSOE (omito la UCD) han estado gobernando, son los primeros responsables de que los jueces puedan enviar a personajes como Pablo Hasel a prisión.

Tampoco es homologable con países de nuestro entorno que el partido político que ha dirigido y todavía hoy lo hace, aunque con otro nombre, la policía catalana, Mossos d’Esquadra, durante 31 años de un total de 38, emita un comunicado durísimo contra la policía que ellos han configurado. Por lo que se ve, la estrategia de la “confrontación inteligente” de Waterloo pasa por deslegitimar a los Mossos. Más irresponsable no se puede ser. Por cierto, ¿cómo es que el “major” Trapero calla?

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