
El virus que nos cambió la vida ha podido con muchas de nuestras tradiciones. Pasó abril sin que el ferial de Sevilla pudiese abrir sus puertas; terminó mayo con El Retiro desierto, sin su Feria del Libro. En Valencia no pudieron celebrar San Juan en junio, ni desde luego las Fallas en julio. Y en Barcelona, las calles estuvieron silenciosas en septiembre por la Mercè. En un año de tradiciones aplazadas, la Lotería ha sido la gran excepción. Ya que en 2020 no pudo ser, que la suerte nos acompañe a todos en 2021.
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