Sé muy bien que con la que está cayendo mantener ciertas tradiciones da tranquilidad y seguridad a la gente. Saber que al menos esa parte sigue intacta inspira alivio a quienes ahora mismo lo ven todo bastante negro. Y más en estas fechas, con las Navidades casi encima, con la necesidad imperiosa de no sentirnos solos. Pero hay imágenes y tradiciones, que, por mucho que se repitan año tras año, este en especial, chirrían y de qué manera. Están tan fuera de lugar que da cierto apuro, la verdad.

Navegando por la red me he encontrado el superreportaje que han hecho las televisiones americanas a los dos pavos que, el todavía presidente de Estados Unidos, Donald Trump, va a indultar para la cena de Acción de Gracias. Corn y Cob, Maíz y Mazorca. Así se llaman los dos animales que han sido recibidos con alfombra roja en el hotel donde van a dormir durante 3 noches. El Willard, un hotel de 5 estrellas que está a unas pocas manzanas de la Casa Blanca.

A estas alturas de la película, poco o nada nos puede sorprender de lo que pueda hacer la Administración Trump

Los dos han llegado en limusina hasta la mismísima puerta, los han soltado un rato sobre la alfombra roja para que les pudieran fotografiar y después, los han metido en los transportines habituales en los que viajan las mascotas para poder subirlos hasta la suite donde descansarán hasta mañana. Todo como si se tratara de dos estrellas de la televisión. Y si esto les parece ya suficientemente surrealista, no quieran ver las imágenes de la habitación. Es un 5 estrellas, en Washington, calculen la de almohadones que hay sobre la cama en la que están los dos pobres animalitos.

Supongo que todo es parte del espectáculo y que ninguno de los dos pavos dormirá ahí. No me quiero imaginar al vecino de planta protestando a las cinco de la mañana por los ruidos "indescriptibles" de Corn y Cob, o por el olor que sale de esa puerta tras tres noches metidos dentro. Las imágenes las ha difundido la cuenta oficial de la Casa Blanca y creo que, a estas alturas de la película, poco o nada nos puede sorprender de lo que pueda hacer la Administración Trump.

Aun así, me parece insultante que, con millones de personas registradas en el paro, millones de personas sin empleo, ni ingresos, y con pocas posibilidades de hacer algo especial en una de las celebraciones más importantes para los estadounidenses, lo más adecuado sea enseñarles que dos pavos que van a ser indultados son tratados a cuerpo de rey. Creo sinceramente que es como para hacérselo mirar. Los animales miran a la cámara y a la gente que les ha recibido a las puertas del hotel con la misma estupefacción que el resto, no entienden nada de lo que ha pasado. Hace unos días estaban tranquilamente en el campo y ahora se encuentran entre sábanas de lino y almohadones de plumas.

Es la imagen de todos los años, sí, pero a estas alturas de 2020 ya hemos aprendido que, lo de antes, no nos sirvió ni nos servirá cuando todo esto pase.