España goza desde hace años de buena salud en cuanto a deporte femenino. Desde Arantxa Sánchez Vicario hasta las más recientes Mireia Belmonte, Lidia Valentín, Carolina Marín o Ana Carrasco, hemos tenido verdaderos referentes en ese campo.

Pero lo que definitivamente ha marcado un hito en el deporte femenino español es el rápido y potente asentamiento del fútbol en relativamente poco tiempo. El fútbol practicado por mujeres ha protagonizado el mayor boom deportivo en España en los últimos años. Es el síntoma definitivo de la buena salud del deporte femenino: el mayor juego de masas ha encontrado ya su hueco definitivo entre las mujeres.

Hemos visto estadios llenos para ver partidos femeninos. Las audiencias en televisión empiezan a crecer. Cada vez mejores jugadoras se enrolan en equipos españoles. Y lo que es más importante: niños y niñas empiezan ya a tener a estas futbolistas como referentes.

Ahora también se venden las camisetas de Jenni Hermoso o Silvia Meseguer. Y esto sólo acaba de empezar. En 2040, cuando celebremos nuestro cuadragésimo aniversario, el deporte femenino en general y el fútbol en particular tendrán la misma dimensión que el masculino.