Diego Carcedo Periodista
OPINIÓN

Debates que estimulan el odio

  • "El odio que está imponiéndose en la política española, si algo inspira al común de los votantes es tristeza"
El líder de Vox, Santiago Abascal durante la moción de censura de su partido al gobierno de coalición en el Congreso de los Diputados este miércoles.
El líder de Vox, Santiago Abascal durante la moción de censura.
EFE / EMILIO NARANJO
El líder de Vox, Santiago Abascal durante la moción de censura de su partido al gobierno de coalición en el Congreso de los Diputados este miércoles.

Después de escuchar una parte del debate de la moción de censura presentada al Congreso por VOX, me he quedado con dos conclusiones: la primera, muy deprimente para cualquier demócrata, es que el Parlamento es una institución muy seria como para convertirla, como la están convirtiendo, en una exhibición del desprecio a la buena convivencia por parte de quienes tendrían que ejemplarizar las formas de estimularla.

La segunda, que la extrema derecha encuadrada en VOX, lo mismo que diría de otros partidos igualmente radicales de la izquierda, tienen derecho, aunque nos fastidie escucharlos, a exponer sus principios y sus ideas. Son pretensiones irracionales que consisten, fundamentalmente, en fomentar la discordia, pero algo tienen de bueno, es que nos muestran lo que son sin rodeos ni complejos, y si algo demuestran, es lo que tanto combaten: que en una democracia cabemos todos, lo mismo VOX que Bildu o la CUP, por citar algún ejemplo, siempre que nos respetemos todos.

Hasta ahora el debate fue una exhibición de como malgastar tiempo que la situación del país requiere para intentar sacarlo de algunos problemas muy graves. Uno de ellos nada menos que la amenaza de la muerte por la Covid. La pandemia no se frena acusando al régimen chino por haber sido el primer país afectado ni acusando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de criminal, nada menos. Como si faltasen argumentos reales y razonables para poder criticar su gestión.

"En una democracia cabemos todos, lo mismo VOX que Bildu o la CUP, siempre que nos respetemos todos"

El odio que está imponiéndose en la política española, tanto da que venga de un lado como de otro, si algo inspira al común de los votantes es tristeza y, si nos dejamos vencer, rabia. No sorprende el nivel y el tono del debate de la moción porque ya estamos habituados a sonrojarnos escuchando y viendo los plenos de la Cámara. Quienes vivieron de cerca de Transición es lógico que estén horrorizados.

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, metido entre la espada y la pared de un Gobierno al que rechaza frontalmente y una oposición que le acosa sin piedad, calificó la iniciativa de tomadura de pelo. Indudablemente, algo está teniendo de eso. La impresión invita a parodiar a Antonio Machado cuando dijo que el que no sabe a donde va nunca llega a ninguna parte. Los líderes de VOX seguramente si saben lo que pretenden, pero que sepan a donde conduce su actitud beligerante y anacrónica, lo dudo.

Habrá que esperar unas horas a conocer la suerte de la moción. Aunque el PP continúa sin revelar que votará, todo parece indicar que los promotores de la iniciativa van a quedarse más sólo que la una. Y eso, observar que nadie comulga ni con sus ideas ni con sus métodos, algo reconforta. Lo mismo que reconfortaría que los demás partidos se percatasen que han sido elegidos para construir un futuro en que el odio entre las dos Españas pase a la Historia.

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